Tatiana
Por un momento me quedé ahí en la oscuridad sola, hasta que escuché pasos que venían hacia mí y temí que fueran los vampiros de nuevo.
¡Por la diosa no por favor!
Pero cuál fue mi sorpresa, cuando vi que se asomaba una cara conocida, parecía aterrado y cuando me vio corrí hacia mí, y no podía creer quién era.
—¡Martín! ¿Qué haces aquí?— le pregunté emocionada. Podía ver que mi amigo estaba temblando básicamente y que parecía haberle tomado mucho esfuerzo venir hasta aquí.
—¡Tatiana! Oh por dios Tatiana... — decía sin aliento mientras se arrodillaba cerca de mi jaula e intentaba abrirla.
Estaba aterrada, pero ahora una esperanza aparecía, al menos ya no estaba sola aunque él también corría peligro.
—¿Cómo llegaste aquí? ¿Cómo...?— digo mientras él sigue trabajando en la cerradura con dedos temblorosos.
—He estado siguiendo a esta gente desde hace semanas... te lo dije Tati... hay algo realmente raro en ellos, no sé explicarlo.... realmente no quiero sonar como un loco pero... te juro que me duele la cabeza de solo pensarlo…— decía él muy nervioso
—Martín dime por favor que no te has expuesto a esta gente peligrosa…—
—He sido extremadamente cuidadoso, he estado inspeccionando esta granja cuando no hay nadie. Tatiana... el dueño, el señor está muerto... creo que lo mataron— dice viéndome con angustia. Mi pobre amigo, el chico más lindo de todo el pueblo, no sabía en que se había metido... y yo no quería generarle más angustia.
—Solo salgamos de aquí y si ves algún movimiento por favor huye... —
—Necesito sacarte... desde hace días escucho que mencionan tu nombre y además... ese hombre, el empresario de cabello oscuro, él que te observa y sigue… — dice, Sebastián sin duda.
—¿Qué sucede con él?—
—Ese hombre está muy interesado en ti… y es violento. Estoy muy preocupado…— dice temblando.
—¿Te hizo algo?— pregunto preocupada.
—Solo me amenazó… peor no te conviene… tenemos que sacar a esta gente de nuestro pueblo…— dice.
¡Demonios Sebastián! ¡¿Amenazando a mis amigos? ¿Qué se cree? Y de repente escucho el sonido de un metal cayendo.
—¡Pudiste abrirla!— digo emocionada y él me ayuda a salir, y en cuanto estoy fuera me abraza.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...