Una curvy para el Alfa romance Capítulo 86

Sebastián

—¡Alfa! ¡Por favor! ¡Es solo un chico humano!— me decían.

—¡Mire cómo está él!— me gritaban mis guerreros mientras yo veía al muchacho humano prácticamente desmayado.

Quería acabarlo, quería golpearlo, ¿Cómo se atrevía a estar con mi mate? ¡Tener su aroma!

—¡Lo voy a acabar!— gritaba yo.

—¡Sebastián por la diosa!— me gritaba mi mate por encima de las demás voces y se colocaba frente a él, ahí yo recapacitaba.

Prácticamente, me había lanzado a matar a un hombre que sin duda estaba en clara desventaja con respecto a mis fuerzas. La veía ella determinada a protegerlo y eso me molestaba.

—Él no debió quedarse aquí contigo... — digo intentando recuperar la compostura. Estaba tan feliz de verla sana y salva… pero mis celos me consumían y estaban sacando lo peor de mí.

—¿Te refieres a que él no debió venir aquí y tratar de salvarme? ¿Preferirías que me quedara en una jaula y que Marco me encontrara? ¿Eso es lo que quieres decir?— me pregunta y la veo furiosa, y sin duda he quedado aún peor.

—Yo no..— digo suspirando.

Mi mate me había prácticamente regañado enfrente de todos mis hombres. Pero si alguien puede hacerlo es ella, ella es la única que tiene poder sobre mí. Ella es la única que es mi igual.

—Tuve las peores horas de mi vida, ¡encerrada y con miedo! Sin contar que acabo de presenciar una batalla horrible, a ti… matando a un hombre… ¡en frente de un humano que no sabe nada de esto!— dice angustiada.

Recibo miradas de los demás que me dicen que esto está totalmente fuera de lugar. Sea lo que sea que haya pasado… pudo ser peor. Tiene razón, está viva y derrotamos al enemigo. Por ahora.

—Además, tenemos problemas más importantes... Martín y yo escuchamos varios de los planes de Marco, y sin duda tenemos que salir de aquí antes de que vuelvan con más refuerzos— dice ella mientras el resto la escucha. Ella es la luna de todos, sin duda alguna.

Odio verme como un monstruo ante ella, un hombre enfermamente celoso, lleno de sangre. Una bestia. Odio que Marco haya tenido poder sobre ella y que podía haberla lastimado. Y también odio que ella esté con ese humano, llamándolo por su nombre de forma tan casual.

—Y por lo que más quieras, ¡por favor vístete!— dice ahora molesta y sonrojada.

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