Una curvy para el Alfa romance Capítulo 96

Sebastián

Mi primer instinto es proteger la zona, pero especialmente para que ella no huya de aquí. Soy plenamente consciente de que le he fallado de la peor manera. Ha ocurrido… exactamente lo que ella había previsto, de lo que ella tenía miedo.

De repente, yo tenía pequeños recuerdos de como ella fue tratada por la manada, memorias de una pequeña chica obligada a ser como una sirvienta, y ella lo hacía sin quejarse, sin molestarse, con la cabeza gacha. Con miedo. ¿Cómo pude ser tan imbécil?

— ¿Tatiana?— la casa está en silencio y oscura.

Recuerdo cuando preparamos este lugar para su llegada y toda la ilusión que yo tenía de que ella podría ser feliz aquí.

— Tatiana… solo quiero hablar por favor— digo prácticamente rogando.

Sigo su olor y la encuentro en su habitación, el lugar que se supone que iba a ser de los dos, donde yo imaginaba que íbamos a pasar un buen tiempo juntos.

Ella está acurrucada en la cama con una cobija y puedo ver que ha estado llorando.

— Mate está sufriendo— dice Connor y realmente por primera vez lo siento nervioso. No es una buena señal.

— Siento mucho lo que ha sucedido yo... había pensado que iba a ser diferente— le digo. Pero ella no me responde.

— Por favor habla conmigo, así sea para gritarme… no soporto que estés así, preferiría casi cualquier otra cosa que verte así. Créeme que jamás fue mi intención yo... tenía planes diferentes— digo y ella se voltea lentamente a verme, tiene los ojos rojos e hinchados y la boca le tiembla.

Me siento el hombre más imbécil del mundo.

— Ese es el problema Sebastián… planeaste que me diera la bienvenida la misma gente que me ha tratado mal siempre. Pensaste que reunir a mis maltratadores y obligarlos a que me aceptaran iba a ser la solución— dice ella con voz temblorosa.

— No Tatiana… ¡Yo no te escondí... ¡Solo quería protegerte!—

— ¡No querías que nadie supiera que yo estaba aquí, ni siquiera tu padre sabía que yo era tu mate! Estabas avergonzado de mí, me dejaste sola todos estos días… no querías que nadie supiera que estabas conmigo…— dice ella, yo me acerco y la miro a los ojos como un hombre que teme perderlo todo en un minuto.

— Tienes que creerme, todo fue por tu protección, quería que todo estuviera bien antes de que llegaras, quería que todo fuera perfecto para ti — digo tomando sus mejillas, y ella se alejaba rompiendo el contacto y yo sentía que las manos me dolían de no tocarla.

— Y supongo que también ocultaste que yo era tu mate al inicio por mi protección, ¿no es cierto?—

— Yo… nunca quise…—

— Al inicio cuando descubriste aquello era tú mate... ni sabías de los problemas con Marco, ¡inclusive después de encontrarte conmigo seguías siendo amigo de él! ¡Tú más importante aliado!—