Unidos por el destino romance Capítulo 7

Tras salir del trabajo, Vanina acababa de llegar a la entrada de Villa Granizo cuando vio a una mujer que se acercaba a golpear la puerta. Era una figura que le resultaba demasiado familiar, hasta el punto de poder reconocerla incluso si se veía totalmente distinta.

—Melanie, ¿cómo te atreves a venir? —La voz de Vanina sonó tajante y resonó en la escalera, como si estuvieran en el infierno.

Al oír la voz, Melanie se sobresaltó por la sorpresa; se dio vuelta y preguntó con incredulidad:

—¿Cómo puedes ser tú?

—¿Quién más creías que iba a ser? —se burló mientras se adelantaba.

Melanie no imaginaba que sería Vanina quien vivía allí y, cuando se le pasó el susto, su furia se hizo evidente. Hacía cinco años que confiaba en los dos hijos de Vanina para poder casarse con el hijo de la familia Luján, pero Haroldo se negaba a darle una posición social adecuada, incluso hasta ese entonces. Durante los últimos años, a pesar de las diversas medidas que había tomado, seguía sin conseguir que él se fijara en ella.

Siempre se había abstenido de las mujeres, pero, aquel día, ella recibió la noticia de que Haroldo había tomado la repentina iniciativa de ir a la casa de una mujer la noche anterior. Eso le provocó una sensación de peligro a Melanie y por ello se dirigió a la dirección indicada, solo para ver a Vanina. Cuando miró a la mujer que tenía delante, estuvo a punto de explotar de ira.

—Te lo advierto, Vanina, ¡aléjate de Haroldo! No es alguien que vaya a tener una relación con una cualquiera que ya dio a luz a los hijos de otro hombre.

«¿Haroldo? ¿No se confabuló con Daniel para inculparme en aquel entonces? ¿Por qué se aferra a Haroldo ahora? Al parecer, este ya eligió a su mujer hace tiempo, quien incluso dio a luz a su hijo. Pero, por alguna razón, nunca se hizo pública esa relación. ¿Así que esa persona es Melanie? ¡Ja! Para que Haroldo se sienta atraído por ella, debe estar ciego». Vanina miró a la mujer amargada que tenía delante y dijo seria:

—Lo que más aborrezco es que me amenacen, ya que, si me pongo nerviosa, podría hacer algo inesperado. Además, ¿quién no se enamoraría de un hombre perfecto como Haroldo? —Mientras hablaba, se acercó lentamente a su hermana, sin apartarle los ojos de encima—. ¿Y si me pongo triste y quiero robarte a tu hombre? Para ese entonces, no tendría lugar para una hija ilegítima como tú.

Cuando tenía diez años, su madre falleció por una enfermedad grave, pero, ese mismo día, su padre se presentó con su amante. Como Melanie solo tenía un año menos que ella, estaba claro que su padre había engañado a su madre desde que estaba embarazada.

Cuando el dúo madre e hija se unieron a la familia, comenzaron a planear sin cesar cómo fastidiarla, e incluso se aliaron con su prometido para inculparla. Por culpa de ellos, perdió la virginidad y su padre la echó de la residencia González; incluso la separaron de sus propios hijos. Tarde o temprano, poco a poco, recuperaría lo que le pertenecía.

Melanie estalló de furia y levantó la mano para golpear a Vanina.

—¿Cómo te atreves a burlarte de mí?

En un instante, Vanina bloqueó sus movimientos y le agarró fuerte la muñeca con dureza, con una mirada penetrante.

—¿Y?

A Melanie le dolía la muñeca por el agarre, pero enseguida se rio, como si hubiera recordado algo.

—Ya que te encontré, no me voy a contener. Ayúdame con algo.

Vanina la miró fijo.

Capítulo 7 Melanie se presenta personalmente 1

Capítulo 7 Melanie se presenta personalmente 2

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