Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 2

Penélope al parecer era alguien por quien Liberto estaba dispuesto a hacer cualquier sacrificio con tal de tenerla a su lado.

Rafaela , en su vida anterior, no sabía mucho sobre Penélope. Ella la había investigado, pero Liberto la había protegido muy bien. Después de mucho esfuerzo, cuando Rafaela vio la foto, casi enloquece.

Vio en la foto a una familia de tres en un restaurante de lujo, Liberto sostenía a un niño en sus brazos, pidiendo un deseo frente a un pastel. Nunca se perdía el cumpleaños del niño, siempre estaba allí para los momentos más importantes de su hijo y su esposa. Sin embargo... Liberto ni siquiera recordaba el aniversario de su boda. En un intento de legitimar su relación mediante un matrimonio, Liberto le presentó los papeles de divorcio. Rafaela se negó y, después de una gran pelea, él salió por la puerta sin regresar atrás. La última vez que se vieron fue... la noche antes de su muerte. Pero en aquel momento, veía a aquel hombre de figura alta y esbelta de pie junto a su cama. Rafaela, acostada en la cama del hospital, parecía aún más frágil bajo su presencia.

Aparte del olor a desinfectante del hospital, Rafaela podía oler en él un aroma no desagradable a tabaco y alcohol, y el ligero perfume dulce de otra mujer.

Observó a Liberto por un largo tiempo. Después de estar aturdida por un momento, Rafaela comenzó a recuperar la conciencia lentamente. Acostada en la cama, miró al hombre frente a ella y las lágrimas comenzaron a fluir.

Liberto, con sus labios apretados en una línea delgada y una mirada de cansancio en sus ojos, sostuvo su rostro y con el pulgar áspero secó las lágrimas de sus ojos diciéndole: "... tendremos más hijos." Dijo con voz suave y tranquilizadora.

"Primero debes recuperarte bien en el hospital. Yo me encargaré de encontrar al responsable del accidente. No te preocupes por nada más."

Rafaela no respondió, sino que miró hacia la ventana con una mirada perdida, sumida en sus pensamientos. Después de un rato, ella apartó la mano de Liberto con un gesto de rechazo y giró la cabeza para no mirarlo.

Al verla actuar así, Liberto no dijo mucho más, solo le habló con un tono que pretendía ser de cuidado: "Descansa bien, mañana volveré a visitarte."

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