Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 649

“Tú mejor cállate un poco.” La señora Osorio intentó detenerla mientras se apresuraba a observar las caras de los Cruz.

Sin embargo, los de la familia Cruz miraban a los Osorio con expresiones bastante interesantes, todos sonreían y preferían no decir nada.

La señora Osorio se disculpó: “Perdón, señora. Mi hija Gloria no sabe hablar, Gloria, anda, discúlpate ahora mismo.”

Rodrigo ni se inmutó, sólo estaba pendiente del tablero de ajedrez. “Rafaela, ven aquí y dime qué dice esta pieza, he estado jugando tanto rato que ya no veo bien.”

“Es ‘carro’,” respondió Rafaela rápidamente, “¡jaque mate, gané!”

Rodrigo negó con la cabeza. “Tu nivel de ajedrez ni siquiera le llega a un niño, te falta mucho, tendrás que practicar unos años más.”

“Lo que usted diga, le prometo que mejoraré al regresar,” contestó Iván, sudando a mares.

“Rafaela, ven, acompáñame a jugar unas partidas más.”

Afuera todos creían que los Cruz y los Jara tenían buena relación sólo por Octavia y Abril. Pero realmente no era así: Lucas y los Cruz del viejo caserón eran amigos de toda la vida, y sus familias llevaban cinco generaciones de parentesco. Pocos lo sabían.

Justo en ese momento, Maritza bajó las escaleras abrazando un montón de snacks, enfadada. “Gloria, ¿es que si no te pego no puedes estar tranquila o qué?”

“¡No digas tonterías!”

“¿Y qué si soy la sombra de Rafaela?”

“Ni siquiera eres digna de agacharte a limpiarme los zapatos.”

“La próxima vez, no vengas a mi casa.”

“¡Qué fastidio me das!”

Diciendo esto, salió corriendo y gritó: “¡Rafaela, toma! Estos snacks me los compró mi hermano.”

La última vez que tuvo una pelea con Gloria, su hermano no la castigó sino que le trajo dulces. Ella sabía que había sido por Rafaela, que seguramente intercedió ante su hermano.

Rafaela sí que tenía influencia con él. Hasta las reglas familiares que tenía pendientes de escribir, ya no se las hicieron escribir.

Maritza sólo quería aferrarse fuerte a Rafaela.