Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 650

De él emanaba un suave olor a alcohol. Rafaela miró a su lado y enseguida se puso de pie. “Ven tú”, dijo.

A ella no le interesaba demasiado ese aburrido juego de mesa; solo acompañaba al abuelo porque lo veía tan animado que quería hacerle compañía.

“Rodrigo, si no te molesta, puedo jugar unas partidas contigo.” Una voz suave y cálida vino del costado. Luciana llevaba un vestido elegante y encima una chaqueta de hombre; parecía que venía regresando de la fiesta junto a Alonso.

Gloria, de pie al lado de Luciana, la miraba con una mezcla de desafío y burla, como si con la mirada le dijera a Rafaela: “¿Ves? Mi hermana regresó con él. Por más buena relación que tengas, nunca entrarás a la familia Cruz”.

“¿Sabes jugar? Pues inténtalo”, respondió Rodrigo.

Luciana se quitó la chaqueta y Gloria la sostuvo con cuidado y en voz baja le advirtió, “No la ensucies, hay que devolverla luego”.

“¿De quién es esa chaqueta…?”

Gloria, con una sonrisa maliciosa, miró a Alonso, pero él, desde que volvió, solo tenía ojos para Rafaela.

Los tres se alejaron, dirigiéndose hacia otro salón. La mansión de los Cruz era enorme, con dos grandes salas, una al este y otra al oeste. La sala este era la principal, destinada a recibir visitas. Las palabras de Rafaela, dichas en voz baja pero lo suficientemente claras, flotaron por el aire y todos las escucharon: “¿Has estado bebiendo?”

“Sí, tuve que reunirme con unos ministros y no pude rechazar.”

Rafaela no dijo nada más. Si él había bebido demasiado, los empleados de la familia Cruz sabrían prepararle un caldo para bajarle el alcohol. “Aún no ha empezado nada. Vuelve a tu cuarto a descansar un poco…”

“Está bien.”

Volver al cuarto… Por alguna razón, Rafaela recordó algo de repente.

Le vino a la mente la advertencia de Liberto.

¿Si se lo decía así nada más, le creería?

Justo cuando Alonso se daba la vuelta, Rafaela extendió la mano y lo tomó del brazo. “Tengo algo que decirte.”