Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 71

Este concurso se había organizado específicamente para Rafaela, con el fin de que ella obtuviera los créditos necesarios y pudiera graduarse con éxito.

Rafaela era simplemente una belleza sin talento que solo se apoyaba en el poder de la familia Jara.

Con el talento de Penélope, obtener el segundo lugar era más que suficiente para ella, y el premio en dinero podría considerarse una compensación. Si no hubiera sido por la interferencia de Rafaela, el primer lugar habría sido indiscutiblemente de ella.

El poder y la influencia eran definitivamente valiosos…

Joaquín entregó los diseños en nombre de Rafaela al departamento de mercadotecnia de los organizadores con anticipación…

En ese momento, Penélope estaba en la oficina del director de su programa, recibiendo esta excelente noticia.

El director también expresó su felicidad, "Quizás sea por tu buen desempeño reciente, pero el decano ya ha levantado tu prohibición de participar en concursos, e incluso tu sanción ha sido revocada. Penélope, eres la estudiante en la que más confío y veo el mayor futuro, esmerate en este concurso y no me decepciones, ¿entiendes?"

Penélope estaba extremadamente feliz, "Claro, profesor, no te defraudaré".

Esa noche, emocionada por poder participar nuevamente en el concurso de diseño organizado del Grupo Joyero Jara en la universidad, Penélope pasó tiempo extra en el estudio de arte del edificio de clases.

Sin darse cuenta, el tiempo pasó hasta que su teléfono vibró en su bolso y la hizo reaccionar.

Después de recibir una llamada del Señor P, Penélope rápidamente recogió sus dibujos y salió corriendo del edificio de clases.

Con el atardecer la luz dorada bañaba todo el campus. Penélope corrió hacia la salida de la escuela y para cuando llegó a la puerta, ya había muy poca gente alrededor.

Rápidamente se subió a un auto negro esperándola y se sentó en el asiento del copiloto y se acomodó algunos mechones del cabello sueltos frente a su frente.

La voz baja y desprovista de emoción del hombre sonó a su lado, "¿Estás muy feliz hoy?"

"¡Sí!" Cuando el auto se detuvo en la puerta, ella agarró su bolso con fuerza, pensó durante mucho tiempo antes de decir, "…Sr. Liberto, gracias por ayudarme. No se preocupe, conseguiré un buen resultado".

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