Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 88

Rafaela nunca ha sido de ocultar su desdén por aquellos a quienes realmente detesta, mucho menos frente a este hombre que la había engañado durante ocho años, utilizando el dinero de la familia Jara bajo el pretexto de "apoyo financiero" para mantener a una 'amante' en secreto. Sabiendo muy bien que no podía tolerar ni la más mínima traición, la infidelidad era lo que menos podía soportar.

Ahora, al mirar a Liberto, Rafaela lo veía como si fuera algo sucio.

La última vez que habían peleado por Penélope y él se había parado frente a ella, declarando que Penélope era su límite, era algo que Rafaela jamás podría superar...

Si no fuera por la enfermedad de su padre, Rafaela... jamás habría soportado tanto tiempo.

Cada vez que golpeaba la mesa de centro con sus pies, sus piernas, sin un ápice de grasa, como acababa de salir de bañarse, y la humedad aún no se había evaporado de su cuerpo, dejaba en el aire un suave aroma a fresa del loción que acababa de aplicar.

Al ver a la persona que aún no se había ido, observándola con esos ojos profundos dijo, "Ya está, puedes irte. Si hay algún problema, haré que Clara se encargue de mí, no voy a morir tan pronto".

Siempre era así. Si ella se enojaba, no importa cuánto lo insultara, Liberto nunca le respondía, solo le ofrecía su fría indiferencia.

Al no poder desahogar sus emociones, Rafaela terminaba destrozando todo en el vestíbulo de Residencial Jardín Estrella, los jarrones rotos, la televisión destrozada, sus peces dorados que cuidaba cuando estaba aburrida... todo quedaba tirado en el suelo.

Miró a su tobillo hinchado, y al ver que él no se iba, Rafaela se preguntaba qué poder tenía para 'atreverse' a echarlo, ahora que toda la familia Jara estaba bajo su control, tal como él lo había dicho.

Si quería que la familia Jara desapareciera de Floranova y que la empresa quebrara de la noche a la mañana, solo era cuestión de una simple palabra.

Sabía de sus ambiciones, pero su cuerpo ya frágil no podía soportar más.

Quizás esta vez... no iba a tener la misma suerte que en su vida anterior.

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