Entrar Via

Ayer me despreciaste por coja, hoy me deseas por reina romance Capítulo 94

Orlando también lo notó, y en ese instante comprendió que quizá todo era parte de un juego de Beatriz, una jugada más en su tablero.

Ellos estaban atrapados, perdiendo la cabeza en medio de esa partida.

Mientras tanto, ella desaparecía del mapa, libre y sin preocupaciones.

Orlando se quedó de pie en el patio, con las manos detrás de la espalda, mirando hacia el horizonte, sumido en sus pensamientos.

—Te encargo que pongas atención a este asunto.

El abogado no esperaba esa reacción. Se quedó sorprendido un momento, luego asintió.

—Es mi deber.

Mientras encendía el carro y se marchaba, en su mente solo pasaba una cosa: [En las familias ricas siempre hay líos, y no es solo un chisme.]

[Con una vida así, si no tienes el corazón bien fuerte, ¿cómo aguantas?]

Al atardecer, Isabel volvía a casa y al ver a Orlando parado en el patio, se acercó para platicar un poco.

—Regina nos invitó a cenar. Dice que quiere celebrar la apertura del viñedo de la familia Mariscal.

A Orlando le causó gracia; pensó que Lucas y su esposa eran igual de interesados.

—¿Ya no hay necesidad de guardar las apariencias después de seis meses evitando el contacto?

Isabel se quedó callada de golpe.

Sabía exactamente a qué se refería Orlando.

—Entonces, voy y le digo que no vamos.

—¿Alguien tiene el contacto de la familia Barrales?

—Quizá la abuela lo tenga.

Orlando entró a la casa con paso firme, casi apurado. Estaba convencido de que Beatriz seguía viva. Si no fuera así, Luciana y Liam no se habrían tomado la molestia de enredarse con ellos durante seis meses; si de verdad estuviera muerta, ya habrían encontrado la forma de arrastrar a la familia Zamudio con ellos en su caída.

Solo podía significar que la situación aún estaba bajo control para ellos.

Por eso, Orlando quería contactar a la familia Barrales para hablar del asunto.

Pero la respuesta que recibió fue un portazo en la cara: no había nada que discutir.

—¿Y bien? —preguntó Isabel en cuanto Orlando colgó, ansiosa.

Orlando apagó la pantalla del celular y lo dejó sobre la mesa de centro, soltando un suspiro.

—La familia Barrales dice que no hay nada que hablar.

Capítulo 94 1

Capítulo 94 2

Capítulo 94 3

Verify captcha to read the content.VERIFYCAPTCHA_LABEL

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Ayer me despreciaste por coja, hoy me deseas por reina