¡CÁSATE CONMIGO! Tendrás a mi bebé. romance Capítulo 6

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Capítulo seis: ¡Cásate conmigo!

“Narra Sofia Wilson”

Levanté la cabeza y reprimí las lágrimas. Sabía que él también era una víctima de las fechorías de mi hermana, pero lo que me había dicho aquella mañana extinguía cualquier clase de simpatía hacia él. Y lo que decía ahora… ¡Estaba loco!

—¿Prueba de ADN? —cuestioné incrédula—. ¿Casarnos?

—Es lo que he dicho. No tengo complejo de eco.

<>, pensé.

—¿Y si me niego a cualquiera de las dos?

Una me parecía más absurda que la anterior.

—Podemos hacer esto a las buenas o a las malas, aquí en el hospital o en una corte frente un juez —estipuló con una prepotencia que me hizo temblar. Era más imponente de lo que lo recordaba—. Pero de igual forma lo haremos, tú decides.

Mi cerebro y mis emociones eran un desastre y este hombre venía con semejante exigencia —o amenaza en todo caso—. Me llevé las manos al vientre plano por puro insinto. No hacía ni una hora que sabía del bebé, pero lo quería, era una parte de mí y… era inocente. ¿Qué diablos iba a hacer? ¿Cómo pretendía el señor Galanis que decidiera ahora mismo, cuando acababa de recibir una cadena de noticias demasiado perturbadoras?

Y por otro lado estaba Archie…

—Aquella noche… —vacilé al mismo tiempo que sentí cómo el calor se acumulaba en mis mejillas—, era virgen —tragué saliva—. El bebé es tuyo.

—Permíteme dudarlo. Vamos a comprobarlo con la prueba.

—Si así lo quieres —me encogí de hombros. Yo sabía cuál era el resultado y el C.E.O no tenía idea de cuánto pesar me causaba eso—. Pero no me voy casar con usted, señor Galanis.

—Eso ya lo veremos —tuve claro que sus palabras fueron una promesa, pero en ese momento no tenía cabeza para nada. Sentía que alojaba en mi seno una bomba de tiempo—. El médico ha dictaminado que debes quedarte hospitalizada por unos días. En la empresa te darán un licencia. Puedes avisar a tu familia. Por cierto —sacó algo de su pantalón y enseguida reconocí mi viejo teléfono—, nunca regresaste por él.

—No me gusta ir a lugares donde no soy bienvenida —fue todo cuanto dije.

Los días pasaron y me dolía que mi familia no me diera ni una llamada. Nada, ni siquuera mi padre. Archie dejó de hablarme por dos días, después de una llamada en la que me dijo <> antes de colgar. Pero al tercer día, volvió a llamarme e hizo lo que yo no me atrevía a hacer.