Extra Fabio y Sabrina
La tradición de San Valentín: Aniversario de reinicio
"Narra Fabio Caruso"
El catorce de febrero, día de San Valentín, era oficialmente mi día favorito. Lo había sido durante los últimos tres años, desde aquella noche en la que mi mujer me esperó en el despacho de la casa a medianoche para pedirme el divorcio, la misma noche en la que habíamos concebido a nuestros hijos y nuestra historia de amor se había reiniciado.
Porque desde entonces todo había cambiado. Y, sobre todo, yo había cambiado.
Miré el gran salón familiar de la mansión, con sus preciosos adornos y los juguetes de los niños desparramados por doquier. Ya era hora de dormir y les tocaba recoger todo.
Los niños ya estaban protestando, por supuesto, tanto por tener que limpiar el desastre como por dormir. Eran un par de cabritos que adoraban dar guerra.
—No quiero irme a la cama —protestó Brina, haciendo uno de esos pucheros que eran a la vez irritantes y adorables. Con tres años, había descubierto que podía usar eso para manipularnos a Sabrina y a mí. Sobre todo a mí, que no podía verla sino era sonriendo. Era mi Princesa.
—Yo tampoco —se apuntó Junior, haciendo un idéntico puchero. A ese le encantaba seguirle el rollo a su hermana, sin quiera dudarlo o pensar en lo que hacía.
Ella era el cerebro de la banda y él su más fiel secuaz. Tal para cual e inseparables.
—Es casi medianoche —expliqué. Aquella noche los habíamos dejado acostarse más tarde porque habíamos hecho de celebrar el día de San Valentín en familia una tradición familiar, como si fuera Navidad.
—No es verdad —apostilló la niña, con unos ojitos azules que derretían a todos en la mansión Caruso.
—Bueno, lo es en alguna parte del mundo —intervino Sabrina.
Luka soltó una carcajada.
—Eso no es suficiente para mi sobrina —se mofó mi hermano—. Es demasiado lista.
—Deja que tengas a tus propios hijos —le espeté, en tono de broma—. No te la acabarás y te por seguro que estaré ahí para burlarme, querido hermano.
—A los míos no les enseñaré nada de números antes de los cinco años —Luka hizo una mueca, como si estuviera imaginando el escenario—. Con dos listillos en la familia igual a ti ya tengo más que suficiente.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡CÁSATE CONMIGO! Tendrás a mi bebé.