Entrar Via

Celina: entre la medicina y el adiós definitivo romance Capítulo 1

—Celi, ¿ya lo pensaste bien? ¿De verdad quieres irte al Hospital de Solsepia?

Bastián sostenía el informe de traslado de Celina Flores, mirándola sorprendido.

Celina bajó un poco la mirada, sus pestañas temblaron apenas y en sus labios apareció una sonrisa amarga.

—Ya lo pensé bien.

Al ver la determinación en su voz, Bastián soltó un suspiro resignado y finalmente firmó el reporte.

Celina salió del despacho del director. Al pasar por el pasillo, se topó de frente con Emilio Arce y Abril Rojas, que venían caminando juntos. Entre ellos iba de la mano un niño pequeño vestido con bata de hospital.

Celina se detuvo, petrificada.

La imagen que tenía enfrente parecía la de una familia perfecta. Abril llevaba al niño de la mano y caminaba junto a Emilio. El niño, con la otra mano, se aferraba a Emilio mientras sonreía feliz.

Aquel cuadro le pinchó el alma.

Toda la paciencia y ternura que Emilio tenía para Abril y su hijo era algo que Celina nunca había recibido de él.

Ella lo sabía. Emilio la despreciaba.

Abril había sido el primer amor de Emilio. Celina, por su parte, se había casado con él gracias a un acuerdo con Renata Arce, suegra de Abril. Solo después de la boda supo que Emilio y Abril habían terminado.

Para Emilio, Celina siempre fue esa mujer que aprovechó la situación para quedarse con él, una treta más de alguien ambicioso.

Pero Emilio nunca supo la verdad.

Celina conoció a Emilio mucho antes que Abril. Él simplemente ya no lo recordaba...

Celina creyó que, al casarse, él volvería a recordarla. Que podría derretir esa coraza helada que Emilio tenía por corazón.

Pero se equivocó.

Él la odiaba.

¿Cómo podría amarla?

Si no, después de seis años de matrimonio, no seguiría diciendo que está soltero ni actuando como si no la conociera.

...

—Celina —llamó Abril, notando su presencia.

Emilio frunció el ceño y la miró fijamente, como si temiera que fuera a decir algo sobre su relación.

Aquel gesto tan distante le dolió a Celina, pero enseguida se recompuso.

—Abril, señor Arce.

Hace poco Emilio había invertido en el Hospital General del Norte, así que ahora era socio. Pero Celina sabía bien que no lo había hecho por ella, sino por Abril.

Cuando Abril regresó al país, Emilio se encargó de conseguirle el puesto de jefa de cirugía. Todo el hospital sabía que Abril tenía el respaldo de Emilio. Y aunque últimamente circulaban rumores de que Emilio era su pareja, él jamás salió a aclarar nada.

Abril, con toda naturalidad, se aferró al brazo de Emilio.

—Celina, qué formal eres. Aquí en el hospital tú eres mi jefa. Acabo de entrar y todavía tengo mucho que aprender de ti.

Antes de que Celina pudiera responder, el niño se abrazó a Emilio.

—¡Papá, ya me cansé! ¿Me cargas tantito?

Capítulo 1 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Celina: entre la medicina y el adiós definitivo