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Coma, Drama y Karma romance Capítulo 7

Margarita se aferraba a la cintura de Valeriano, rodeada por los tulipanes que ella misma había plantado, componiendo una imagen tan perfecta que parecía sacada de un cuadro.

Tatiana no pudo evitar reírse con sarcasmo.

Observó cómo Valeriano apartaba con suavidad a Margarita, sacando de su bolsillo el labial que ella había dejado olvidado y se lo entregaba.

Intercambiaron unas palabras, y Margarita, de puntitas, intentó besarlo. Tatiana, asqueada, ya no soportó ver más y se apartó de la ventana, arrastrando los pies hasta el vestidor.

El vestidor era amplio; su ropa estaba ordenada a un lado, la mayoría eran vestidos en tonos lisos, con esa apariencia tranquila y serena.

A Valeriano le gustaba verla de colores neutros.

La verdad, esos colores no le agradaban. Solo los usaba porque Valeriano le había dicho alguna vez que se veía linda con vestido blanco… así que ella solo buscaba complacerlo.

Tatiana se sintió ridícula.

Abrió el compartimiento secreto del clóset, donde guardaba su credencial, pasaporte, tarjetas bancarias, dos celulares y un sobre abultado de documentos.

Al ver la portada con el sello de la Universidad de San Martín, sintió una punzada en el pecho.

Solo le echó una mirada y desvió la vista de inmediato.

Ese sobre guardaba lo que nunca pudo enviar, su mayor arrepentimiento en todos estos años…

Sacó uno de los celulares y lo desbloqueó, revisando la lista de contactos.

Por suerte, todos seguían ahí.

Marcó el número de su mejor amiga, Evelyn Valdés.

No había terminado de sonar el primer timbre cuando la otra contestó de inmediato.

La voz de Evelyn temblaba de pura emoción.

—¿Tati? ¿Eres tú? —antes de que Tatiana pudiera decir algo, Evelyn ya había soltado toda su artillería—. Te advierto: si no eres mi Tati preciosa y resulta que eres ese infeliz de Valeriano molestándome mientras duermo, mañana me lanzo a Twitter a destruirte. ¡Mis ochenta millones de seguidores no son broma!

Tatiana soltó una carcajada, sintiendo ese calorcito en el pecho que tanto extrañaba.

—Evelyn, soy yo.

En la línea hubo un silencio repentino. Pero Tatiana conocía demasiado bien a Evelyn; alejó el celular de su oído y en su mente contó: tres, dos, uno…

—¡Aaaah! —Evelyn pegó un grito que casi le revienta el tímpano—. ¡Tati, mi reina! ¡Por fin despertaste! ¡Te extrañé tanto! ¿Estás en el hospital o en tu casa? ¡Pásame la dirección y ahorita mismo me lanzo a abrazarte!

Tatiana también moría por ver a su mejor amiga, pero todavía no era el momento.

—Evelyn, por ahora no puedo verte. Pero necesito que me ayudes con dos cosas.

—¡Dime qué necesitas! —Evelyn contestó con ese tono chispeante tan suyo—. Si quieres, contrato a alguien para que le parta la cara a ese desgraciado de Valeriano. ¡Él fue quien te dejó cinco años en coma, ¿no?!

Eso sí era una amiga de verdad…

Tatiana sonrió en silencio, pero enseguida fue al grano.

—Evelyn, ¿puedes investigar todo lo que puedas sobre Margarita, la secretaria de Valeriano? Lo más detallado posible.

—Perfecto. Desde que entraste en coma, Valeriano no se ha presentado en ningún evento público sin esa tal Margarita pegada a él. Siempre anda vestida igualito que la señora Ruiz, ya me tenía harta.

Capítulo 7 1

Capítulo 7 2

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