Ella no podía aceptar sus palabras, porque no podría estar con nadie solo por dinero. El dinero estaba bien, pero no lo era todo, sobre todo si ella podría conseguirlo con sus propios medios. Tal vez era absurdo que estuviera respaldando esa idea en la situación en la que se encontraba, pero tenía claro que aquello era algo puntual y sus relaciones después de él serían normales.
— Yo jamás podría estar con nadie sin sentir amor, tampoco es que me enorgullezca de estar haciendo lo que hago ahora. Yo me quedaría con alguien, aunque no tuviera dinero, si me viera, me amara y me ayudara en medida de sus posibilidades a formar un futuro juntos.—Rebatió ella tras ver al camarero marcharse y tomando de la copa tal y como él le había dicho.—Por eso no creo poder estar contenta con un contrato tan largo, no me sentiría a gusto fingiendo sentir por ti lo que pides — soltó un suspiro tras decirlo.
— ¿Es que acaso en algún punto del contrato puso que no podías enamorarte, o yo de ti? Que no haya sucedido con ninguna de las chicas que he estado hasta ahora, no significa que no pueda ocurrir, aunque tampoco que vaya a hacerlo. Hasta la gente enamorada firma un contrato al casarse y luego otro para divorciarse.—Terminó su langosta y se echó unas cuantas gambas en el plato para empezar a comerlas, pelándolas a la perfección con el cuchillo y el tenedor mientras pensaba en la siguiente pregunta qué le haría.
—Es por eso que yo jamás me casaré— menciono ella segura de lo que decía, aunque por más que deseaba estar sería era imposible con esa maldita cosa entre sus piernas y le hacía sujetarse de la orilla de la mesa cada cierto tiempo.—Tras controlarse lo indispensable, llevaba un poco de su langosta a los labios y comía, en un intento de distraerse.
— Y ahora Noelia¿Para qué necesitas realmente el dinero?—Si, no le parecía una chica de las que quieren darse lujos, estaba claro que se había estado pagando sus estudios con su propio trabajo y a pesar de trabajar tenía unas notas envidiables por lo que había investigado, así que no era de las que se la pasaba en fiesta ¿Así que cuál era la verdadera razón que tendría para vender su primera vez con alguien?— Esa sería mi última pregunta.—Subió un nivel más al vibrador deleitándose con el tono rosado que tomaban cada vez más sus mejillas a causa de la excitación.
Noelia agradecía la conversación, las preguntas le servían de cierta manera para distraerse de la sobre estimulación por lo que se concentró de nuevo en la manera de hablar sin dejar que su voz saliera afectada ni chillona.
—Por mi madre, ella se esfuerza demasiado para pagar mis estudios y se ha hipotecado una vez más, necesito pagar mis estudios y ayudarla a pagar la hipoteca para no perder nuestro hogar.—Cada maldita palabra la dijo rápido, ya que le costaba trabajo hablar de manera lenta.
Sin duda, Marius no esperaba esa respuesta, debía investigar, debía ver cómo tener lo que quería sin que esa chica tuviese que enfrentar a su madre, conseguir una tapadera para que se quedara a su lado sin causar problemas con ella, porque aunque a penas la acababa de conocer, ya sabía que dos semanas no serían suficientes para él.
—¿Por favor podemos irnos?— le preguntó después tras recuperar un poco la compostura, no estaba cómoda, se sentía de cierta manera sucia y con la sensación de que todo mundo sabría lo que había ocurrido con ella.
Hermoso, no era suficiente para describir lo que Marius acababa de ver, la forma en que la vio morderse los labios para aguantar los gemidos e hizo que él deseara hacerlo también, lo tenía ensimismado y celoso de un simple juguete que él mismo le había comprado, de los dientes de la chica por quitarle el privilegio de ser él quien magullara sus labios y se bebiera cada uno de los gemidos que le impidió escuchar.
No, joder estaba duro, necesitado, iban a ser dos semanas muy complicadas para él, se levantó de su asiento y le tendió la mano para ayudarla a levantarse, en cuanto sus manos se tocaron no pudo más que atraerla contra su cuerpo, rodear su cintura con el brazo libre y pegarla más a él sin importarle que notara la erección en el interior de sus pantalones.
— Podemos marcharnos porque necesito darte cualquier cosa que me pidas — a él no le importó si los observaban y rompió la poca distancia que había entre sus bocas para besarla, fue un beso suave al principio, pero que se le hizo imposible no profundizar y no intensificar.— Pero el sexo es natural, el sexo no es algo de lo que debas esconderte ni avergonzarte — murmuró antes de besarla de nuevo para luego separarse, tomar su mano y tirar de ella en dirección al coche, tenía cuenta en el club, así que ni siquiera se preocupó por pagar ya se lo pasarían por el banco — Yo me encargaré de eso.

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