Las palabras del hombre provocaron que los fans cercanos estallaran en vítores una vez más.
—¡Dios mío, es Valeriano! ¡Qué protector es! ¡Ya quiero hacerles pareja! ¡Matilde sí que tiene suerte, eh! No solo tiene un hermano que la consiente, sino también a Romeo cuidándola.
—¡Exacto! Ser hija de familia de dinero es otro nivel —agregó otra fan, mientras su imaginación volaba con escenas románticas.
Valeriano escuchó los halagos. Giró la cabeza y miró a Mariana con una advertencia y un desprecio tan claros que cualquiera podría notarlo. Todo su gesto indicaba que lo hacía a propósito, solo para que ella lo viera.
Lo que él quería era ver a Mariana molesta o triste, notar algún cambio en su expresión. Sin embargo, Mariana seguía tan tranquila, mirando su celular, sin siquiera levantar la mirada. El coraje hizo que las venas de Valeriano se marcaran en su brazo.
De no ser porque había mucha gente, ya se habría acercado para soltarle unas cuantas palabras en ese instante.
...
—Perdón por llegar tarde —se escuchó una voz femenina y clara. Una mujer con gafas oscuras, pantalones cargo y camiseta se acercaba con paso relajado.
Ella saludó agitando la mano y se quitó los lentes oscuros.
—¡Un aplauso para nuestra estrella del momento, Ofelia Benítez! —anunció el conductor con emoción, apresurándose a recibirla.
Ofelia se acercó y abrazó brevemente al conductor.
Detrás de ella venía otra figura, un hombre que, al ver al conductor abrazar a Ofelia, solo le extendió la mano para saludarlo. Con una sonrisa pícara, comentó en voz baja:
—Parece que las chicas tienen más suerte que nosotros, ni un abrazo nos toca.
El conductor, entre risas nerviosas, replicó:
—Usted es el actor más famoso del momento, Lucas, yo no estoy a su nivel.
—Jajaja —los fans que estaban atrás no pudieron aguantar la risa al escuchar la broma.
Eso había marcado una enemistad profunda. Matilde no podía superar que por culpa de Ofelia, se quedó estancada en papeles secundarios, mientras que ella ascendía hasta el estrellato.
—¡Hermano! ¿Cómo es posible que Mariana se junte con Ofelia para dejarme fuera? ¡Soy su hermana! —susurró Matilde entre dientes, el odio reflejándose en sus ojos.
Jamás pensó que la iban a aislar así.
Se había esmerado tanto, incluso el escote de su vestido casi no le dejaba ni respirar, y la prenda era tan exclusiva que la mandó a hacer especialmente para el evento. Y aun así, nadie la volteaba a ver.
—Tranquila, apenas vamos a entrar a la isla. Ya veremos cómo se pone todo allá, quién sabe qué pase —Valeriano le dio unas palmadas en la mano, tratando de calmarla.
Romeo, por su parte, no decía ni una palabra. No apartaba la mirada de Mariana.
No esperaba que Mariana tuviera esa confianza con Ofelia y Lucas. ¿Desde cuándo eran tan cercanos? ¿Por qué nunca le dijo nada?

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