Cómo Deshacerse de una Familia en 10 Lecciones romance Capítulo 36

[¡Dios mío, Mati es la viva imagen de una princesita! Qué envidia, dos chicos cuidándola, eso sí que es vida. Me derrito de ternura.]

En el chat del streaming, las opiniones iban de un lado a otro. Había quienes la criticaban, pero también quienes no podían evitar sentirse celosos.

Sin embargo, apenas el barco tocó tierra, todos se quedaron sin señal en el celular. Nadie de los participantes podía leer los comentarios; solo los del staff seguían conectados y al tanto de lo que decían los fans.

El director se acercó detrás de ellos, levantando la mano para llamar la atención.

—Ahora van a dividirse en dos grupos, cuatro personas por equipo. Cada grupo se las va a arreglar solo, completamente independiente aquí en la isla. ¿Cómo sobrevivan? Eso ya depende de ustedes, el staff no puede ayudarles.

—Solo preocúpense por sus actividades diarias. Los camarógrafos van a estar grabando y acompañándolos, pero si tienen algún problema, no cuenten con nosotros. Todo lo tendrán que resolver ustedes mismos.

—Y otra cosa, Mariana acaba de decir que parece que va a soplar viento. Aunque el pronóstico dice que todo está tranquilo, mejor manténganse atentos por cualquier cosa.

—Así que oficialmente, ¡el reality comienza ahora! A partir de este momento, sus celulares no pueden comunicarse con el exterior, aunque sí tendrán red interna para hablar entre ustedes. Ya creé un grupo, si necesitan algo, pueden escribir ahí.

Cuando terminó de hablar, los trabajadores del programa se retiraron a un costado, dejando a los participantes con sus maletas listos para adentrarse a la isla.

Al principio, el camino era más o menos plano, pero conforme avanzaban, la vegetación se volvía más densa y enredada.

—No puede ser, ¿esto es selva virgen? ¿Nunca han pisado aquí o qué? —Valeriano miraba desconcertado el panorama, como si no pudiera creer lo que veía.

De hecho, la producción nunca les dijo qué isla sería. Todos habían imaginado un paraíso turístico, como para pasar vacaciones, pero al ver esa jungla, a más de uno se le vino abajo la ilusión.

—Ya ni hay camino, ¿por dónde seguimos? —Matilde estaba tan sorprendida que se le fue el porte elegante que había mantenido hasta ese momento.

Desde que la adoptó la familia Salinas, Matilde había vivido entre lujos y cariños, nunca le tocó pasar necesidades. Hasta en los rodajes la trataban como reina. Ahora, al ver esa maleza y el bosque enmarañado, se encogió instintivamente, asustada.

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