Cómo Deshacerse de una Familia en 10 Lecciones romance Capítulo 9

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Antes de morir, su depresión ya era tan grave que no podía dormir ni de día ni de noche.

Pensar en eso le hizo apretar el celular con tal fuerza que casi lo rompía.

—Te pedí que te casaras en mi lugar solo por un mes, ¿no es como si te estuviera mandando al matadero? ¿Entonces por qué tienes que tratarla así de mal? ¿Es porque fue adoptada y sientes que te estorba? —La voz del otro lado del teléfono sonaba llena de rabia.

—Yo te prometí que si aceptabas casarte en mi lugar, después, cuando él falleciera, yo sería tu novio. ¿Entonces de qué te quejas ahora? —Romeo soltó, apretando los dientes.

Estaba tan molesto que hasta olvidó fingir esa actitud distante que tanto presumía.

—Ja, —Mariana soltó una carcajada, incapaz de contenerse ante semejante ridiculez.

Todo eso le parecía un espectáculo patético, como si Romeo fuera un payaso de circo haciendo el ridículo. ¿Cómo se le había ocurrido alguna vez fijarse en él? Casi se convierte en su perrito faldero, y encima, había caído por sus pésimas actuaciones, dejándose manipular sin dudar.

—¿De qué te ríes? —Romeo preguntó, claramente perdiendo el control.

Mariana se levantó y fue hacia la ventana, contemplando las flores y plantas del jardín, mientras jugueteaba con la maceta que tenía enfrente.

—¿Quién te crees? ¿De verdad crees que yo acepté casarme en tu lugar por ti? ¿Quién te dio tanta seguridad para pensar que estoy enamorada de ti? Ahora resulta que me estás molestando, ¿te queda claro? —dijo Mariana, con un tono tan seco que cortaba el aire.

—¿Todavía esperas que cuando él muera, yo vaya corriendo a ser tu novia? ¿Quién te crees? Ahora soy la señora Ríos, ¿y tú qué eres?

—¿O acaso piensas que cuando me quede viuda recibiré suficiente herencia, y ahí sí te me vas a pegar como garrapata, para luego quedarte con todo mi dinero y dejarme en la ruina? —rió Mariana con sarcasmo.

Sus palabras casi hicieron que Romeo escupiera sangre del coraje.

—¿Qué tonterías estás diciendo? ¿Acaso crees que lo mío contigo es por interés? Mariana, me decepcionas mucho. Si sigues pensándolo así, ni sueñes que vuelva a considerarte para algo —le lanzó Romeo, con una amenaza disfrazada de reproche.

Eso despertó el interés de Mariana.

—Pues qué bueno, porque te voy a pedir un favor: deja de molestarme con tus llamadas. Si tanto te preocupas por Matilde, anda, corre a estar con ella, a ver si ella sí se casa contigo, arrastrado —le respondió, burlona.