Cómo Deshacerse de una Familia en 10 Lecciones romance Capítulo 8

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—Sí —respondió el mayordomo, girando sobre sus talones para marcharse.

Apenas avanzó un par de pasos, regresó con sigilo y bajó la voz:

—Señor, a decir verdad, la que debería casarse con usted es Matilde, no esta señorita que acaban de recuperar.

Se inclinó un poco más hacia él y susurró:

—¿No será que la familia Salinas, sabiendo que necesitamos a alguien para la ceremonia, nos mandó a una impostora solo para cumplir con el trámite?

Durante la visita de hoy a la familia Salinas, ya había sentido que algo no encajaba.

Especialmente cuando escuchó a lo lejos una discusión en el piso de arriba. No alcanzó a entender las palabras, pero era obvio que en la familia Salinas nadie quería entregar a su hija.

—La familia Salinas son comerciantes, no hacen tratos perdiendo dinero. ¿Quién en su sano juicio casaría a su hija con alguien que está al borde de la muerte? —expresó Adrián con voz profunda.

Levantó la mirada, pensativo, dirigiendo su atención hacia la habitación de Mariana.

...

Al interior de la habitación

El cuarto tenía un aire antiguo, decorado con toda clase de antigüedades. Aunque la decoración era sobria, no era difícil notar que cada objeto costaba una fortuna.

Mariana arqueó ligeramente las cejas, sorprendida. Jamás imaginó que la familia Ríos le prepararía un cuarto tan lujoso, con piezas auténticas. No tenía punto de comparación con el cuarto que tenía en casa de los Salinas.

—Esto sí que está interesante —murmuró Mariana, apenas audible.

Desde el momento en que volvió a la vida, ya tenía todo planeado. No es que quisiera casarse a la fuerza, sino que buscaba dejar a la familia Salinas con las manos vacías, como quien lanza un golpe al aire.

De momento parecía que ella era la que estaba cubriendo el lugar de Matilde, pero si el de la familia Ríos sobrevivía, con el dinero y poder que tenían, Matilde, que solo vivía de apariencias, seguro se volvía loca de la rabia.

La familia Salinas seguro no iba a quedarse tranquila. Mariana pensó que, llegado el momento, sabría cómo hacerlos pagar.