C52- ELLA VA A PAGAR.
Julián supuraba ira en el enorme sillón de cuero negro de su despacho, el vaso de whisky temblaba entre sus dedos debido a la rabia fría y contenida en su pecho… estaba a punto de explotar.
El odio le hervía en la sangre y mas cuando el fallo del tribunal aún resonaba en su cabeza como una maldita pesadilla que no podía borrar.
—¡Maldit4 abogada! —espetó, levantándose de golpe.
El vaso chocó contra el escritorio con tanta fuerza que parte del líquido se derramó sobre unos documentos y aun así, nadie se atrevió a moverse.
—Esa perra logró humillarme delante de todos. ¡Todos! —bufó, con los ojos encendidos—. ¡Soy la maldit4 burla del Parlamento, del juzgado, de los medios!
Los hombres en la sala se miraron entre sí, incómodos. Y Ethan, que estaba allí, bajó aún más la cabeza, deseando desaparecer, pero no tuvo suerte.
—Y tú… —Julián lo señaló, caminando hacia él con pasos duros—. Pedazo de mierd4 inútil. Te pagué, te di recursos, te di todo para que acabaras con ella. ¿Para qué, eh? ¡¿Para qué?! Para que dejaras que esa zorr4 te dejara como un completo imbécil en el tribunal! ¡Ni siquiera supiste responderle como hombre! ¿Qué eres? ¿Un puto gato asustado?
Ethan apretó los puños, clavando las uñas en las palmas, pero no levantó la mirada, tragó saliva, pero por dentro hervía. Quería contestarle, pero sabía que eso no haría más que empeorar las cosas y además pondría en riesgo su carrera.
Julián se giró de nuevo hacia su escritorio, respirando por la nariz como una bestia contenida.
—Esto no se va a quedar así… —murmuró—. Kate Langley no va a humillarme y quedarse tan campante. Esa put4 va a pagar, va a suplicar por abrir la boca en ese juicio, se va a arrepentir de enfrentarme.
Se dio la vuelta y clavó los ojos en los dos hombres de traje oscuro que estaban a los lados de Ethan.
—Ustedes dos —ordenó—. Se van a encargar de ella. Quiero que le den una lección, ¿me oyen? Y quiero que se aseguren de que jamás lo olvide.



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