CONQUISTANDO A MI EXESPOSA SECRETA romance Capítulo 72

C72-NO ARRUINES EL PLAN.

Kate se acercó al empresario con una sonrisa que podía derretir el hielo. Trent Caldwell, al verla, le devolvió la mirada como si acabara de encontrar el premio mayor.

—¿Y tú eres...? —preguntó, tomándole la mano con demasiada confianza.

—Veronica Madox —respondió ella, dejando que sus dedos se entrelazaran un segundo más de lo necesario—. Y tú debes ser el hombre del que todos hablan.

El tipo sonrió más que interesado, y Grayson, desde el otro lado de la sala, apretó tanto su copa que los nudillos se le pusieron blancos.

—Suéltale la mano, idiota" —siseo, mientras veía cómo el tipo le acariciaba el dorso con el pulgar.

—Me encantan las mujeres seguras —murmuró Trent, bajando la voz como si le contara un secreto.

—¿En serio? —Kate le tocó el pecho, fingiendo arreglarle la corbata—. Qué casualidad... a mí los hombres que saben lo que quieren.

El empresario le hablaba a Kate muy cerca y ella reía, inclinaba un poco la cabeza y para colmo… le tocó el pecho. Grayson apretó el vaso con tanta fuerza que escuchó el pequeño crack del cristal.

—Estúpido vaso de m****a —murmuró, sin dejar de mirar la escena.

—Hola, guapo —susurró una voz suave a su lado.

Giró apenas el rostro, solo para ver a una pelirroja deslumbrante, con máscara dorada y vestido ajustado.

—¿Por qué tan solo?

Grayson le sonrió, frío como el hielo.

—Porque me gustan los hombres.

La mujer parpadeó, confundida.

—Oh… bueno… perdon, yo.... cielos, ¡qué desperdicio! —dijo, aún procesando—. ¿Por qué los más guapos siempre tienen que ser gays?

Y se fue, sacudiendo la cabeza.

Grayson volvió a mirar. Justo a tiempo para ver al necio empresario dándole una copa a Kate... y ella la aceptó. Bebió un sorbo como si estuviera en una cita, no en una misión.

Gruñó.

—Hola… —dijo otra voz, esta vez masculina, justo a su lado—. ¿Te invito un trago, tigre?

Grayson giró la cabeza lentamente.

—Si me hablas otra vez, te lo echo en la cara. —Su tono era una mezcla de amenaza y advertencia.

Mason no pudo evitar soltar una carcajada.

—Tranquilízate, celoso, ella sabe lo que hace. Y al parecer muy bien, lo tiene comiendo de su mano.

—Más le vale que lo único que coma sea eso… —replicó Grayson, bebiendo un trago. —la mano, porque si le prueba otra cosa, lo reviento.

Mason se echó a reír.

Él rió, encantado con su “curiosidad”.

—Es una crítica al sistema. Pero sé que no viniste a ver esto —dijo, ahora rodeando su cintura y Kate giró apartandose deliberadamente.

—Entonces... —respondió con una sonrisa coqueta—. Me atrapaste… solo quería estar a solas contigo.

El tipo sonrió como si acabara de ganar una apuesta.

—Mujer directa, me gusta eso —dijo, tomándola de la cintura y acercándola con una confianza que ya no era sexy, sino invasiva—. Y yo siempre estoy dispuesto… para una buena follada.

Kate contuvo una mueca. Su sonrisa coqueta tembló apenas, pero la mantuvo y trató de separarse, pero él ya la tenía atrapada entre su cuerpo y el escritorio.

—No te hagas la tímida ahora, preciosa… —murmuró, bajando la voz, y fue entonces cuando el empresario buscó sus labios; ella no tuvo más opción que dejarse besar.

Fue un beso rápido, poco profundo, calculado, lo justo para mantenerlo atrapado.

Lo que ninguno de los dos sabía… es que al otro lado de la puerta, Grayson los observaba, con los ojos encendidos. Y Mason estaba justo detrás, mirando todo con los brazos cruzados.

—Ese hijo de put4. Lo voy a desollar. Lo voy a colgar de los huevos desde ese balcón, lo voy a...

Mason lo agarró del hombro cuando ya estaba listo para entrar.

—Espera —le siséó—. No arruines el plan.

Grayson no escuchaba. Ya estaba calculando cuántos golpes le bastarían para romperle la nariz a ese imbécil… Hasta que, de repente, Trent Caldwell se tambaleó y cayó al suelo, desmayado.