Cuando el Anillo Cayó al Polvo romance Capítulo 21

Esa era la universidad de ensueño para cualquier diseñador.

Joana todavía podía recordar perfectamente la emoción que sintió al recibir la carta de invitación.

Lástima que, por culpa de Graciela, quien se equivocó con la fecha, perdió la única oportunidad que tenía de estudiar en el extranjero. Así, por un simple error, perdió el vuelo de inscripción.

Al día siguiente, vio a Belén presumiendo en redes sociales: [“Un día normal en la Royal Arts, ¡cumpliendo sueños!”]

Llegados a ese punto, ya no había nada que no quedara claro.

La familia de su tío era como una garrapata, succionando hasta la última cosa que sus padres le dejaron, incluyéndola a ella.

Joana ignoró los intentos falsos de sus tíos de retenerla y se mudó esa misma noche.

Finalmente, logró entrar a la Facultad de Artes de la Universidad del Pacífico Sur. No era el sueño original, pero al menos sentía que había hecho algo por sí misma.

...

—Oye, te estoy hablando, ¿te volviste sorda o qué?

Joana salió de sus pensamientos. Belén estaba justo frente a ella, bloqueándole el paso con actitud altanera.

Con ella, Joana no tenía ni la mínima intención de ser amable.

La rodeó sin mirarla y soltó con voz cortante:

—Que los perros buenos no estorben el camino.

Belén se le pegó atrás, lanzando su veneno:

—Ay, ay, ay, ¿ya te crees la señora de los Rivas y por eso vienes acá con aires de grandeza? Si tu esposo ni te quiere, se la pasa en chismes con otras actrices todos los días, y tú aquí muy digna, ¿no?

Joana la ignoró y siguió hasta la entrada de la habitación del hospital.

Belén notó algo raro en la actitud de Joana. Vio que llevaba una caja de comida y observó la habitación a la que se dirigía.

En esa habitación, solo había una persona internada.

Desde que se rumoraba que Joana y Fabián no andaban bien, ¿sería que Joana ya planeaba algo con ese paciente?

A Belén se le transformó la cara. Apurada, la alcanzó con sus tacones y la detuvo justo cuando iba a tocar la puerta.

—Joana, ¿crees que solo porque obtuviste información sobre el señor Zambrano y le trajiste comida casera, ya vas a conseguir que tu esposo cierre algún trato con él?

Al ver que Joana no le contestaba, Belén se sintió más segura de su teoría y su tono se volvió aún más amenazante:

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