Cuando el Anillo Cayó al Polvo romance Capítulo 320

Tres días después, Joana y Simón se reunieron.

Fue entonces cuando supieron que Fabián estaba a punto de viajar a Inglaterra para recibir tratamiento.

—Joana, la verdad es que la familia Rivas te debe una disculpa. No supimos guiar bien a Fabián. Ya me enteré de lo de su divorcio. Mientras no te arrepientas de tu decisión, está bien. Fabián se irá al extranjero para atenderse. Si muestra alguna mejoría, haré que te avisen de inmediato.

Simón llenó la mesita junto a la cama de Joana con regalos que reflejaban lo valioso de su visita.

Joana bajó la mirada, sus pestañas temblaban apenas.

Parecía que su matrimonio con Fabián solo podría retomarse si él algún día recuperaba la conciencia por completo.

—Señor Simón, le agradezco que se haya tomado la molestia de venir hasta aquí. Ya entendí la situación.

La voz de Joana era firme, ni humilde ni altiva.

Aunque su tono seguía siendo tan respetuoso y cortés como siempre, esa manera distante de llamarlo “señor Simón” le dejó a él un sabor amargo.

—Los dos niños también viajarán con nosotros a Inglaterra. Si algún día los extrañas, puedes venir cuando quieras.

Al escuchar eso, Joana asintió, aunque algo lenta.

Inglaterra quedaba muchísimo más lejos que Mar Azul Urbano, y no era cosa de tomar un vuelo de dos horas y ya.

Si no los acompañaba, luego, si quería verlos de nuevo, sería casi imposible.

Simón percibió que Joana no tenía intención de retenerlos ni de cambiar de decisión, y no pudo evitar sentirse desilusionado.

Aun así, prefirió guardarse sus palabras.

Si empezaban a discutir ahí mismo, la familia Rivas perdería toda su dignidad.

Esa noche, la familia entera abordó el vuelo rumbo a Inglaterra.

Por primera vez en mucho tiempo, Joana no pudo dormir.

Aunque, pensándolo bien, tal vez era lo mejor. Al irse del país, evitarían choques y discusiones.

Incluso, allá tal vez podrían contar con nutricionistas mejores que los que tenían aquí.

Quizá vivir en otro país ayudaría a que los niños maduraran más rápido.

En cuanto a Fabián, la familia Rivas jamás lo dejaría a su suerte.

Despertar, tarde o temprano, iba a suceder.

Pero ahora, lo más importante era empezar a pensar en sí misma.

Tenía que llegar al fondo del accidente de sus papás y de ella.

Benjamín había quedado destrozado después de que Graciela saliera embarazada.

Pero aun así, había cosas que no podía descuidar.

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