Cuando el Anillo Cayó al Polvo romance Capítulo 331

—No es que pueda dar consejos ni nada —Joana negó con la cabeza.

Al recordar a Sabrina, quien apenas se había ido hace poco, Joana terminó cediendo.

Agregó una mesa extra junto a su escritorio.

Lorena, por su parte, ya no tenía la actitud distante de la primera vez. Ahora era mucho más cálida con Joana.

—Joana, estos son unos pigmentos que traje de Francia, no son muchos, pero bajo el sol tienen un color increíble. ¿Te parecen bonitos?

Joana estaba ordenando los archivos de su correo. Echó una mirada rápida a los pigmentos que Lorena le mostraba y contestó:

—Están bonitos.

Enseguida, Lorena sonrió de oreja a oreja.

—Si te gustan, te los regalo.

Joana seguía poniendo límites, sobre todo con personas que no conocía bien.

Ese tipo de gestos de Lorena solo la hacían sentir incómoda.

—No hace falta, la verdad ahora mismo no los necesito para mi trabajo. Por cierto, ¿recibiste el correo que te mandé? Es importante que tengas listos los resultados de la revisión para antes de las cinco.

Mientras rechazaba el regalo, Joana llevó la conversación de vuelta al trabajo.

Lorena soltó un —¡Ah!— y enseguida encendió su computadora.

La forma tan torpe en que se desenvolvía en la oficina hizo que Joana se preguntara qué demonios hacía Lorena cuando era asistente de Ramiro.

Por culpa de la llegada de Lorena, Isidora, que antes estaba justo al lado de Joana, ahora había sido desplazada un escritorio más lejos.

Por fuera parecía estar trabajando, pero en el fondo tenía toda su atención puesta en lo que pasaba entre Joana y Lorena.

Cada vez que escuchaba el tonito fingido y meloso de Lorena, sentía que se le erizaba la piel.

Moría de ganas de decirle algo a Joana, pero tampoco sabía cómo abordar el tema.

Pasaron un par de días más y la última tanda de reposición de Onda Étnica llegó de la bodega a la tienda.

Joana fue personalmente a supervisar.

El diseño de los productos estaba bien, pero la calidad de los materiales dejaba mucho que desear.

Le pidió al dueño del taller de confección el reporte más reciente de control de calidad.

Tal como sospechaba, el porcentaje de lana en el material era cinco por ciento menor de lo que prometían.

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