La presentadora decidió contarle lo ocurrido a Joana de inmediato.
Joana mandó llamar a Lorena y le pidió que le explicara exactamente qué había pasado.
—Joana, no es para tanto. Aunque el material no sea de primera, la calidad de Onda Étnica sigue siendo muchísimo mejor que esa basura que venden en internet. Los compradores ni siquiera se van a dar cuenta —respondió Lorena con total desinterés.
Pensó que era algo grave, pero para ella, esto no era más que una tormenta en un vaso de agua.
Además, ella misma había visto cómo las ventas del día se habían disparado.
¿Será que creían que ella quería quedarse con un poco más de comisión?
Cuanto más lo pensaba, más probable le parecía. Así que se hizo la ofendida y dijo con voz lastimera:
—Yo solo quiero que Onda Étnica vaya cada vez mejor, no tengo malas intenciones. Joana, tranquila. De las ganancias de hoy, no pienso quedarme ni un solo peso.
La expresión de Joana se volvió difícil de descifrar.
Si hubieran tardado un poco más en descubrirlo, la cantidad que tendrían que pagar podría arruinar por completo a cualquier familia común.
—Regresa al live y dile la verdad a los seguidores: no hay manera de reponer el producto.
—¿Qué? Joana, ya le prometí a los fans. Si ahora les digo que siempre no, ¿cómo van a verme después...? Por lo menos pon unos enlaces de preventa... —Lorena, al borde del llanto, instintivamente tomó del brazo a Joana.
Joana se soltó sin mostrar emoción:
—El tema del reabastecimiento lo vamos a aclarar con un comunicado en línea; los fans lo van a entender. Solo podemos lanzar preventas si de verdad tenemos mercancía en proceso, de lo contrario, eso sí que sería engañar a los clientes.
Por lo del local, Joana se había informado muy bien en las últimas semanas.
Había promesas que, para una marca, eran sagradas.
Si cedían una vez, cada ocasión sería una bomba de tiempo.
Lorena, entre lágrimas, murmuró:
—No quise... Yo solo quería que todos estuvieran contentos. Me equivoqué, ok, acepto mi error, iré a pedir disculpas.
Cada palabra le costó trabajo, como si la masticara con rabia.
Así, hecha un mar de lágrimas, regresó al live.
...

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