Entrar Via

Cuando el Anillo Cayó al Polvo romance Capítulo 355

Ella sonrió y dijo:

—Claro, ya sabía que nuestra Carolina es la mejor. Cuando regrese, te traeré algo rico de comer.

—¡Sí! —celebró Carolina con los ojos brillando de emoción.

Apenas Joana salió, la habitación quedó en silencio. Los dos niños se miraron, midiendo al otro con desconfianza.

Lisandro, que antes parecía un niño bien portado, de pronto mostró una expresión llena de hostilidad mientras encaraba a Carolina.

—¿Acaso no tienes mamá? ¿Por qué tienes que estar pegada a la mía todo el tiempo? ¡Eres muy molesta, ¿lo sabías?!

—Sí tengo mamá, y eso no me impide que me guste la señora guapa. Además, a la señora guapa también le caigo bien. —Carolina se cubrió la boca y soltó una risita traviesa—. Chico mendigo, ¿no será que a ti ninguna mamá te quiere?

Ese comentario era como echarle limón a la herida.

El rostro de Lisandro se puso rojo de la rabia.

—¡Qué descarada eres! ¡Le quieres quitar la mamá a otro!

Carolina no se dejó intimidar. Moviendo la cabeza con picardía, replicó:

—Ay, ay, ay… Eso no se compara con que tú andes tomando por mamá a cualquiera. Y encima, ves a los demás como si fueras muy superior.

Aunque era pequeña, a Carolina le sobraba memoria. Recordaba perfectamente cómo la primera vez que vio a la señora guapa en el hospital, se topó con ese niño y su hermana, y juntos se la pasaban molestando a la señora solo porque tenía la cara afilada.

Lisandro, sintiéndose herido, negó con fuerza:

—¡Eso no es cierto! Solo pensé que la señorita Tatiana era una buena persona, así como tú piensas de mi mamá. ¡Pero ya me di cuenta de mi error y no volveré a hacer lo mismo!

—Ajá… —Carolina se dejó caer en el sofá, tratando de imitar la pose de Arturo, pero sus piernas eran tan cortitas que no le alcanzaban para cruzarlas como adulto, así que intentó varias veces sin lograrlo.

Su respuesta sonó tan ligera que quedó claro que no le creía ni tantito.

Eso solo hizo que Lisandro se enfureciera más.

—¡Oye! ¿Sí me estás escuchando o qué? ¡Te lo advierto! ¡No vengas a estar molestando a mi mamá cada vez que se te antoje! ¡Ella tiene muchas cosas que hacer!

—Pero la señora me invita a venir a jugar. Hasta me preparó un cuarto temático de sirenitas nada más para mí —dijo Carolina, con ese tonito que te saca canas verdes.

Capítulo 355 1

Verify captcha to read the content.VERIFYCAPTCHA_LABEL

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Cuando el Anillo Cayó al Polvo