De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 199

Las bromas de Emilia hicieron que las orejas de Belén se pusieran rojas.

—Emilia, ya no digas esas cosas —Belén le dio un codazo, haciéndose la seria.

Emilia sabía que su amiga no era de mente abierta, pero igual no pudo evitar animarla:

—Piénsalo tantito, ¿no? Uno no puede quedarse amarrado a la misma persona para siempre. Ya lo intentaste con Fabián, ahora deberías darte chance de conocer a alguien más. Si no, ¿qué chiste tiene la vida? Además, él fue quien te falló primero.

Belén apretó los labios y, con una sonrisa forzada, respondió:

—Ya, mejor cambiemos de tema.

Emilia entendió que era momento de dejarlo así, así que no insistió más.

Las dos siguieron paseando un rato y probaron algunos antojitos en el centro de Páramo Alto.

Casi a las diez, Emilia dijo que ya estaba cansada y que quería irse a descansar.

Belén la llevó hasta el hotel, pero antes de que Emilia bajara del carro, de pronto pareció acordarse de algo. Se puso a buscar en su bolsa y, al poco rato, sacó una cajita.

—Toma, es para ti. Me acordé que tu cumpleaños ya está cerca.

Al recibir el regalo, los ojos de Belén se llenaron de lágrimas.

—Gracias, Emilia.

Desde que se casó con Fabián, Belén había cortado lazos con la familia Soler. Cada año, Dolores era la única que, de manera discreta, le mandaba felicitaciones y hasta le transfería dinero, y no era cualquier cantidad.

Pero fuera de Dolores, nadie más se acordaba de su cumpleaños.

Ya hacía varios años que Belén no celebraba su cumpleaños.

Si no fuera porque Emilia lo mencionó, Belén ni se habría acordado de que en unos días cumpliría veintisiete años.

Emilia entendía el dolor que Belén cargaba en el corazón, por eso la abrazó y le dijo:

—De ahora en adelante, quiérete un poco más. No vale la pena guardar en el corazón a quien no lo merece.

Belén se apoyó sobre su hombro y murmuró un “ajá”.

De repente, Emilia le preguntó:

—Oye, Hugo también anda por Páramo Alto, ¿no te animas a verlo?

La sonrisa de Emilia se borró y negó con la cabeza.

—No, prefiero evitarlo. Todavía me acuerdo cuando me bateó después de mi confesión.

En su último año de universidad, Emilia le confesó sus sentimientos a Hugo.

Muy pocos sabían de eso y Belén era una de ellas.

Hugo la rechazó y le dejó claro que no pensaba empezar una relación en ese momento.

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