Entrar Via

De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 232

Si no recordaba mal, Hugo había visto una publicación de Belén en la que Cecilia le había hecho una tarjeta de cumpleaños.

Cecilia negó con la cabeza, confundida.

—No, creo que no.

Hugo se impacientó y estuvo a punto de mencionar la tarjeta de cumpleaños.

Belén también entendió la intención de Hugo, pero para ella ya no tenía importancia.

Aunque la obligara a recordarlo, ¿qué cambiaría?

El corazón de Cecilia ya no le pertenecía.

Así que interrumpió a Hugo y le dijo a Leonel:

—Leonel, te están esperando adentro. Lleva a Cecilia.

Luego se dirigió a Hugo.

—Hugo, vamos a comer, tengo un poco de hambre.

Hugo entendió su indirecta, así que no insistió más y se fue con ella.

Al final, fueron a un lugar de comida a la parrilla y antojitos.

Quizás porque estaba de mal humor, Belén pidió una docena de cervezas.

Hugo quería consolarla, pero no sabía qué decir, así que simplemente la acompañó en silencio.

Cuando llegó la comida, Belén abrió una cerveza y empezó a beber una tras otra.

Después de unas cuantas, no pudo evitar romper a llorar.

Por suerte, estaban en un reservado, así que podía desahogarse a gusto.

Pero Belén nunca fue una persona de carácter explosivo; incluso al desahogarse, lloraba de forma contenida.

—Hugo, me voy a divorciar.

»Me costó tanto conseguir este matrimonio, y ahora es una cárcel que me ahoga. La hija por la que casi me muero en el parto... ¡parece que es un demonio que me mandaron para hacerme la vida imposible! ¿Pero qué hice mal? Yo los quería tanto, ¿por qué me tratan así?

Era evidente que Belén había bebido de más y estaba diciendo cosas que normalmente no diría.

Lloraba y preguntaba, pero nadie podía darle una respuesta.

Ni siquiera Hugo. Él solo pudo acariciarle la cabeza y decirle:

—Belén, no es tu culpa. Has hecho todo lo que has podido.

Belén, con los ojos enrojecidos por el llanto, se quedó dormida en el hombro de Hugo.

Cuando volvió a abrir los ojos, se dio cuenta de que estaba en un carro.

La cabeza le dolía como si fuera a estallar. Mientras se masajeaba las sienes, escuchó la voz suave y preocupada de Hugo sobre ella.

Capítulo 232 1

Verify captcha to read the content.VERIFYCAPTCHA_LABEL

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: De Esposa Desechable a Cirujana Renacida