Entrar Via

Deuda de amor romance Capítulo 7

La recepcionista volvió a escudriñar a Génova y comprobó que no parecía una mujer de la alta sociedad. En cambio, parecía más bien una mujer promiscua que estaba allí para obtener beneficios por su aspecto.

—¿Usted es clienta? Peor aún, pidió ver al director ejecutivo desde el primer momento. ¿Sabe que el director de Angler tiene un patrimonio de cientos de millones? Es alguien con quien una atrevida como usted no podría ni soñar.

Génova estuvo a punto de soltar una carcajada en su imponente furia por haber sido llamada «atrevida». «Por mi patrimonio, probablemente tengo mucho más que el director ejecutivo de Compañía Angler. ¡Qué arrogante!». Como no estaba de humor para discutir con una empleada tan miserable, puso una expresión seria.

—Llame a su superior y dígale que he llegado. Si se niega a recibirme, asumiré las consecuencias.

La recepcionista quiso seguir despreciando a Génova, pero la mirada penetrante de ella le dio un escalofrío hasta los huesos y se quedó tan pasmada que las palabras se le quedaron en la punta de la lengua.

—Recuerde lo que ha dicho. Las consecuencias recaerán sobre usted.

Resoplando, la recepcionista le contó con lujo de detalles todo lo que había sucedido a su superior mientras miraba a Génova en todo momento de forma más arrogante. A decir verdad, tenía muchas ganas de ver cómo la sacaba el personal de seguridad, pero, por desgracia, no sucedió lo que ella deseaba. Poco a poco, dejó de sonreír y su expresión se tornó en una de asombro. A juzgar por esa expresión, Génova pudo adivinar más o menos lo que le decían por teléfono.

—¿A qué piso? —le preguntó con desdén.

—Al último, p-piso veintisiete.

Tras obtener el número exacto, Génova se subió al ascensor con su maleta sin mirar atrás y la recepcionista se quedó boquiabierta mirándola. «¡Guau! ¿Quién es exactamente para que el asistente del director ejecutivo, el señor Golter, hablara de ella con tanta consideración? ¿Puede que ella sea... la amante del director ejecutivo? No, ¡tengo que contarle a todo el mundo!».

Mientras tanto, nadie detuvo a Génova cuando llegó a la planta más alta y, en cuanto abrió la puerta de la oficina del director ejecutivo, el hombre que estaba sentado en el sofá se levantó y caminó hacia ella. Vestía un traje azul oscuro y tenía un aspecto majestuoso y serio; incluso le brillaron los ojos cuando la vio.

—Ha pasado mucho tiempo, muchacha. Felicidades por tu divorcio. —Mientras hablaba, su voz de barítono reflejó satisfacción.

—¿Ernesto?

En un abrir y cerrar de ojos, a Génova se le enrojecieron los ojos; estaba sorprendida ya que jamás habría imaginado que el director ejecutivo de Compañía Angler de ese momento resultaría ser su tercer hermano mayor, Ernesto Heredia. En un instante, se deshizo de la maleta, corrió hacia delante y lo abrazó.

—¿Me extrañaste, Ernesto? —Apoyó la cabeza en su pecho.

Capítulo 7 ¿Todavía tendrá trabajo? 1

Capítulo 7 ¿Todavía tendrá trabajo? 2

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Deuda de amor