Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 117

Micaela se quedó atónita por un momento, pero enseguida se recompuso y le respondió con seriedad.

—Lara, aunque tengas algo en mi contra, te pido que cuides lo que dices. Mi relación con Ramiro es totalmente profesional, nada de lo que insinúas.

Al terminar de hablar, Micaela giró para marcharse.

—Dicen que tuviste una hija, ¿no te gustaría ser un buen ejemplo para ella? ¿Y tu esposo sabe que te andas coqueteando con compañeros en el trabajo? —Lara no pensaba dejarla ir tan fácil.

Micaela se detuvo y le sonrió con ironía.

—No tienes por qué meterte en mis asuntos.

El gesto de Lara se endureció.

—Micaela, lo digo por tu bien. No te lo tomes a la ligera. Aunque a ti no te importe, deberías pensar en la reputación de Ramiro.

Micaela soltó una risa corta.

—Entre Ramiro y yo no hay nada, eres tú la que ve fantasmas donde no hay.

—¿Ah, sí? ¿O será que no te atreves a admitir lo que has hecho? Si sigues acercándote a Ramiro, no me va a temblar la mano para contarle todo a tu esposo —la amenazó Lara sin reparos.

Justo en medio de su proceso de divorcio, Micaela no quería más problemas. Su tono se volvió seco y tajante.

—Lara, ocúpate de tu vida y deja de meterte en mi familia.

La sonrisa de triunfo apareció en el rostro de Lara.

—¿Ya te dio miedo? Pues si no quieres problemas, mejor aléjate de Ramiro. Si no, en serio lo haré.

Micaela decidió no perder el tiempo en discusiones inútiles, así que se fue sin mirar atrás.

Lara, por su parte, creyó que Micaela sí tenía miedo. Después de todo, estaba casada. Seguro que su matrimonio era un desastre, y quién sabe si su marido no era un patán cualquiera. Si no, ¿por qué andaría buscando emociones con alguien más? De lo que sí estaba segura, era que no permitiría que Micaela se acercara a Ramiro.

...

El viernes llegó antes de lo esperado. Adriana le mandó un mensaje a Micaela, avisándole que pasaría por su sobrina para pasar el fin de semana con la familia Ruiz.

Adriana ya estaba esperando en la entrada de la escuela, echando un ojo y esperando también a Jacobo.

A las cuatro con diez minutos en punto, el reluciente carro plateado de Jacobo entró al estacionamiento.

Capítulo 117 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Divorciada: Su Revolución Científica