Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 1312

Por la tarde, Gaspar Ruiz le envió un mensaje a Micaela Arias. Tenía que ir a Villa Fantasía y, si ella no tenía tiempo, mandaría a Adriana Ruiz a recoger a Pilar Ruiz.

Por supuesto que Micaela tenía tiempo. Las tareas de la transición no eran muy pesadas, así que podía cumplir con su horario sin problemas.

Esa tarde, cuando Micaela llegó al kínder, Pilar, a pesar de haber estado todo el día en la escuela, estaba llena de energía. En cuanto la maestra la trajo, se abalanzó sobre ella como un pajarito lleno de vida.

Micaela la abrazó y la llevó de la mano al carro. Apenas se sentó, la pequeña no pudo esperar para contarle.

—¡Mamá, esta mañana le conté a papá! Le dije que lo habías halagado.

Micaela, que estaba a punto de encender el carro, se detuvo y la sonrisa se le congeló en el rostro.

No se esperaba que su hija le fuera a contar a Gaspar algo que ella había dicho sin pensar la noche anterior.

Aunque no era nada grave, Micaela no quería que su hija hiciera eso. Se dio la vuelta y sonrió.

—Ah, qué bien, pero en el futuro ya no es necesario que le digas esas cosas a tu papá, ¿de acuerdo?

Pilar parpadeó sus grandes ojos, con la mirada cristalina llena de confusión.

—¿Por qué? ¡Papá se puso muy contento cuando lo escuchó!

Micaela se quedó sin palabras. Al ver el rostro inocente de su hija, se dio cuenta de lo difícil que era explicarle las complejas emociones de los adultos, así que decidió dejarlo pasar.

—¿A dónde fue papá? ¿Por qué no vino a recogerme? —preguntó Pilar con curiosidad.

—Tu papá fue a Villa Fantasía a resolver unos asuntos —dijo Micaela. Aunque no sabía exactamente qué hacía Gaspar, supuso que tendría que ver con la reciente inestabilidad en el comercio internacional.

Los dos días siguientes, Micaela siguió su rutina de siempre, del laboratorio a casa y de casa al laboratorio. A la mañana del tercer día, recibió un mensaje de Gaspar.

[Regreso en la mañana.]