—Me dio un mes para buscar una muestra de médula compatible. Ramiro, ¿me puedes echar la mano? —Micaela miró a Ramiro, rogando que le ayudara; sabía que sus contactos en el extranjero podían ser útiles.
Ramiro asintió sin dudarlo, aceptando ayudarla de inmediato.
...
Por la tarde, hubo una reunión. El Dr. Leiva la presidió personalmente para anunciar que Zaira se haría cargo del proyecto de investigación.
—Quiero armar un nuevo equipo —dijo Zaira con una mirada distante, recorriendo a todos los presentes.
A Micaela se le cortó la respiración.
—Ramiro, Lara y Santiago quedan confirmados. Los demás, tendrán que pasar una evaluación antes de decidir —añadió Zaira.
Lara esbozó una sonrisa, lanzándole a Micaela una mirada de triunfo, como presumiendo que, en efecto, Micaela había quedado fuera.
—Este es un proyecto en el que el Grupo Ruiz está invirtiendo con todo, así que tengo que ser muy estricta al elegir al equipo de investigación. Solo quienes tengan licenciatura en adelante pueden presentar la evaluación —finalizó Zaira, mirando de manera insistente a Micaela.
Quedaba claro para todos: Micaela era la de menor grado académico ahí. Apenas estaba en segundo año de universidad, así que ni siquiera calificaba para participar en la siguiente ronda.
...
Al terminar la reunión, Micaela fue directamente a buscar al Dr. Leiva para pedirle que la dejara participar en el proyecto.
El Dr. Leiva se mostró incómodo.
—Micaela, en esto no tengo cómo ayudarte. Fue Gaspar quien trajo a Zaira, y además este proyecto es independiente del instituto, así que no tengo voz ni voto.
Se encogió de hombros, resignado.
—Mica, en vez de venir conmigo, mejor ve con tu esposo. Gaspar seguro que, por ser su esposa, te dejaría participar.
Por dentro, a Micaela le dio risa amarga. ¿No era Gaspar quien quería dejarla fuera desde el principio?
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