Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 182

Micaela no apartaba la mirada de Gaspar, intentando descifrar qué nueva jugada traía entre manos.

Gaspar soltó una sonrisa que parecía inofensiva.

—De veras, fue idea de la abuelita. Si no me crees, puedes llamarla y preguntarle.

A Micaela no le interesaba comprobar nada. Lo que él tramara, la tenía sin cuidado.

Al terminar el registro para la actividad, las dos niñas insistieron en comer juntas, así que los tres adultos, acompañados de las pequeñas, se dirigieron a un restaurante cercano. Era un local lleno de nostalgia, con un pequeño balcón decorado con calidez. Cuando terminaron de comer, las niñas salieron a jugar ahí, riendo y correteando.

Micaela revisaba un correo electrónico. El contenido la absorbió por completo, tanto que ni se dio cuenta de lo que pasaba a su alrededor.

—¡Mamá! —la voz de Pilar la sacó de su ensimismamiento.

Micaela alzó la vista. Gaspar le dijo:

—Ya acabamos de platicar, ¿nos vamos a casa?

Micaela tomó de la mano a su hija, salió y se despidió de Viviana. Cada quien abordó su carro y tomó camino.

La casa de Micaela quedaba a solo cinco minutos de la escuela. Gaspar las dejó frente a la puerta y, bajando la ventana, avisó:

—Mañana voy a organizar una comida entre el laboratorio y los directivos de InnovaCiencia Global.

Micaela no respondió, pero entendía que aquello era inevitable. Si quería colaborar con los mejores en tecnología de inteligencia artificial, tendría que tratar con él.

InnovaCiencia Global tenía la tecnología de inteligencia artificial más avanzada del mundo.

...

Al día siguiente, Micaela dejó a su hija en la escuela y fue directo al laboratorio.

Durante las vacaciones, Zaira le había permitido trabajar desde casa para cuidar a su hija, pero ahora que las clases ya habían comenzado, no podía descuidar sus tareas.

A las diez de la mañana, Ramiro salió conduciendo desde el laboratorio. En la parte trasera iban Micaela y Verónica, mientras Lara ocupaba el asiento del copiloto.

—Dicen que los directivos de InnovaCiencia Global son también los cerebros de su área técnica —comentó Lara—. La última vez publicaron varios artículos que causaron revuelo en todo el mundo.

Verónica se notaba emocionada.

—O sea que vamos a conocer a los genios de ese campo. ¡Qué emoción!

El carro de Ramiro se detuvo frente a un edificio con diseño único: la sede central de InnovaCiencia Global.

Ramiro y Lara caminaron adelante. En el último mes, Lara, como encargada de enlace, ya había tratado con ellos e incluso se habían visto fuera del trabajo.

Solo Micaela, por estar pendiente de su hija, no había tenido contacto con nadie de InnovaCiencia Global. Además, su apariencia no daba la impresión de ser experta en inteligencia artificial.

Gracias a la relación con Gaspar, InnovaCiencia Global le daba mucha importancia a la colaboración con su laboratorio. Apenas llegaron, los recibieron en la sala de juntas y respondieron una por una todas sus dudas.

El enfoque principal de InnovaCiencia Global no era la tecnología al uso, sino más bien la aplicación médica, y por eso buscaban colaborar con el laboratorio de Zaira.

Ramiro también tenía experiencia en el área de inteligencia artificial y la conversación fluyó con naturalidad. Lara, después de estudiar mucho sobre el tema, logró integrarse a la charla. Verónica escuchaba fascinada. Micaela, por su parte, permanecía callada.

Lara, mientras tanto, no dejaba de espiar las expresiones de Micaela, frotándose las manos por dentro: al fin Micaela no podría seguirles el ritmo, pensó.