Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 192

¡Cielos! ¿El señor Gaspar de verdad tomó agua del mismo bote que Micaela usó?

Justo cuando Micaela levantó la vista, notó de reojo el bote vacío que Gaspar acababa de dejar sobre la mesa. Se giró rápido: ¡era el que ella había usado antes! ¿En qué momento él se terminó su agua?

Gaspar, creyendo que ella quería más agua, agarró una botella nueva de la mesa, le quitó la tapa con todo cuidado y se la pasó.

Micaela, con cara de fastidio, apartó la mirada y no aceptó la botella.

Todo esto fue presenciado por la asistente, quien no pudo evitar sorprenderse por dentro. ¿Cuál era la relación real entre el señor Gaspar y la señorita Micaela?

En esa sala de juntas, donde todos le temían a Gaspar, ¿cómo era posible que Micaela se atreviera a mostrarle esa actitud?

Sin embargo, Néstor y su grupo no se percataron de nada; estaban ocupados discutiendo con Joaquín distintas formas de solucionar el problema.

La reunión se alargó hasta las siete y media. No fue sino hasta entonces que lograron encontrar una solución viable y decidieron darla por terminada.

—Seguro todos ya tienen hambre. Ya pedí mesa en un restaurante, vamos todos a cenar —anunció Néstor.

Joaquín se dirigió a Micaela:

—¿Te animas a venir con nosotros?

—No, gracias. Mejor regreso a casa —negó Micaela con un leve movimiento de cabeza. Ese tipo de convivencias no eran lo suyo.

Joaquín entonces miró a Gaspar:

—¿Y usted, señor Gaspar?

Gaspar respondió tranquilo:

—Yo también paso.

Néstor se apresuró a acercarse:

—Señor Gaspar, ¿por qué no nos acompaña? De verdad me da pena que haya tenido que venir por este asunto.

Gaspar, con una sonrisa cortés, le contestó:

—Se lo agradezco, señor Néstor, pero dejemos esa comida para otro día.

Había algo en su tono que imponía respeto. Néstor no se atrevió a insistir, así que solo le sonrió:

—Entonces, será para la próxima. Que tenga buen regreso.