Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 514

Con el lanzamiento del nuevo medicamento, todo el equipo detuvo sus investigaciones habituales para concentrarse por completo en este proyecto. Ahora que las pruebas del nuevo medicamento habían llegado a un punto estable, Zaira decidió encargarse personalmente de la supervisión y dejar que Micaela pusiera en práctica todo su talento, dándole la oportunidad de involucrarse en una nueva línea de investigación.

Eso también era justo lo que Gaspar quería.

—Micaela, tu desempeño ha sido impresionante. La verdad, tu nivel ya superó el mío; podrías liderar un equipo por tu cuenta —comentó Zaira, sin exagerar lo más mínimo.

Micaela sonrió con humildad.

—Señora Zaira, no me diga eso, por favor.

—No estoy bromeando —insistió Zaira, acomodándose los lentes. Sus ojos, serios y francos, traspasaban los cristales—. Lo que lograste esta vez sorprendió hasta al secretario de Estado. Él mismo se tomó el tiempo de venir a verte. Te lo digo sinceramente, nunca había tenido una estudiante con tu talento.

—¡Eh! Señora Zaira, no es para tanto, en realidad todo fue porque… —Micaela sintió que las mejillas le ardían. Pensó que, en el fondo, el motivo por el que el secretario la había notado era más bien gracias a Anselmo.

—¿Por qué? —preguntó Zaira, intrigada.

Micaela decidió que no era buena idea entrar en detalles. Sonrió, buscando restarle importancia.

—Creo que solo fue cuestión de suerte, justo coincidió que el secretario tenía tiempo y pudo recibirme.

Zaira se rio.

—Eso no fue suerte, fue tu habilidad. Ah, por cierto, mira esto. Aquí está el próximo tema de investigación que quiero asignarte.

Sacó un expediente y se lo entregó a Micaela, quien lo tomó con sorpresa y lo hojeó. Era una línea de estudio avanzada sobre secuenciación genética.

—La vez pasada también mostraste un gran talento en este tema. Estoy segura de que puedes volver a conseguir otro gran avance.

Micaela dejó el expediente sobre la mesa, mordió sus labios pintados de rojo y, tras respirar hondo, alzó la mirada para enfrentar a Zaira.

—Señora Zaira, después de terminar este proyecto, quiero dejar el laboratorio.

Zaira no captó de inmediato.

—¿Qué dijiste?

Micaela repitió, firme:

—Quiero irme del centro de investigación de la universidad.

Esta vez Zaira sí la escuchó bien. Se quedó mirando a Micaela, incrédula.

—¿Te vas a ir?

Micaela asintió.

—Sí. Cuando terminen las pruebas del nuevo medicamento, me voy.

Zaira la miró desconcertada, buscando entender.

—¿Por qué quieres irte? O… —Zaira dudó—, ¿alguien te está tentando con otra oferta?

Micaela negó con naturalidad.