Entrar Via

Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 589

El semblante de Quintana quedó suspendido por unos segundos. Miró a su hija y preguntó:

—¿De verdad Micaela y Jacobo ya están juntos?

Adriana respondió con cierto resquemor:

—Yo digo que llevan rato así.

Quintana soltó un suspiro, resignada. En el fondo, siempre había esperado que su hija se casara con Jacobo; ambas familias, viejos conocidos de la alta sociedad, encajarían perfecto. Pero ahora, viendo que la familia Montoya prefería a Micaela, no le quedaba más que aceptar la realidad.

Por todo eso, últimamente ni siquiera se había molestado en platicar con la señora Montoya.

Florencia se giró, sorprendida:

—¿Jacobo? ¿El hijo de la familia Montoya?

—Sí, el hijo de Felicidad —confirmó Quintana.

Entonces Florencia se mostró aún más interesada:

—¿Pero no era a Adriana a quien le iban a arreglar ese compromiso?

Al escuchar eso, Adriana se levantó de golpe, furiosa, y subió las escaleras rumbo al segundo piso.

Florencia la miró desconcertada:

—¿Y ahora de qué se molestó esta niña?

Quintana le comentó a su suegra:

—Mamá, ya deje que los jóvenes resuelvan sus cosas.

Florencia, ya entrada en años, no tenía muchas ganas de inmiscuirse. En realidad, seguía distraída recordando el momento en que Micaela recibió su premio. Pensó que su nieto también estuvo ahí presente y probablemente vio lo brillante que es Micaela.

Se preguntaba si su nieto consideraría volver con ella.

...

El video en vivo de la premiación de Micaela también se transmitió en las enormes pantallas de InnovaCiencia Global. Lara estaba sentada en la sala de preparación de bebidas, justo cuando la transmisión acababa de terminar. Los empleados de la empresa no paraban de comentar la presencia de Micaela en cámara.

—¡Wow, Micaela sale genial en pantalla! Tener la cara pequeña sí es una ventaja.

—Y tiene un porte, la neta. Además, viste bien.

—Yo creo que lo de menos es su belleza. El nivel del premio que se llevó hoy, eso sí que la pone en otro nivel.

—¡Eso! Y fíjate nada más quién le entregó el premio. Esos reconocimientos no se los dan a cualquiera.

Lara escuchaba todo desde su lugar, apretando la taza de café entre las manos. También había visto el evento completo: el propio Secretario de Estado le entregó el premio a Micaela. El brillo de Micaela era abrumador.

Tomó su celular y se fue directo a la oficina, cerrando la puerta tras de sí. Marcó el número de Samanta.

Al escucharla tan confiada, Lara no pudo evitar pensar que, con Gaspar detrás, cualquier premio estaba a su alcance.

—Entonces llévate uno de los buenos, deja a Micaela en segundo plano —sugirió Lara.

—Ya verás las noticias —replicó Samanta.

—Entonces, ¿sí estás segura de que el señor Gaspar y Micaela en Villa Fantasía no...?

Samanta la interrumpió, tan tranquila como siempre:

—Aunque Gaspar tuviera ganas, no es cualquier mujer la que le interesa.

Lara por fin comprendió: solo Samanta podía satisfacer las necesidades de Gaspar.

...

Samanta, en su estudio, se paró junto a la ventana mirando el paisaje. También había visto la premiación y no podía negar que Micaela deslumbró a todos, incluso a ella. Parada sobre el escenario, Micaela tenía un atractivo difícil de ignorar para cualquier hombre.

Pero Samanta confiaba más en su propio juicio. Llevaba años conociendo a Gaspar, mucho más que Micaela.

En ese momento, su representante, Noelia, entró en la habitación:

—Ya quedó todo reservado en el hotel. Esta vez seguro te traes ese gran premio.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Divorciada: Su Revolución Científica