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Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 725

El teléfono quedó en silencio unos segundos. La voz de Gaspar, ronca y tensa, se escuchó al otro lado:

—¿Qué le dijo Adriana a Pilar?

—¿Acaso no tienes boca? Ve y pregúntale tú mismo —le soltó Micaela, y sin esperar más, colgó la llamada.

Solo después de terminar la llamada, Micaela pudo soltar un suspiro largo. Sentía que por fin se quitaba un peso de encima.

En ese momento, Gaspar estaba en la oficina del Grupo Ruiz. Había estado en reuniones desde la mañana y, aunque ya se le notaba el cansancio en la mirada, la fatiga desapareció de golpe. Tomó su celular y le marcó a Adriana.

La llamada entró, pero nadie contestó.

Gaspar conocía bien a su hermana: cuando no quería enfrentar algo, solía evadirlo.

Volvió a intentarlo, pero otra vez no obtuvo respuesta.

Sin perder tiempo, agarró el saco que estaba sobre el sofá y salió de la oficina a pasos rápidos. Al pasar por la oficina de Enzo, tocó la puerta y dijo:

—Llévame a la mansión Ruiz.

Enzo no dudó y recogió las llaves del carro para seguirlo.

...

Adriana sí estaba en casa. Se encontraba escondida en su habitación, justo después de que su mamá la regañara. Solo quería un poco de paz, pero el teléfono no dejaba de sonar con las insistentes llamadas de su hermano, lo que la puso más nerviosa.

Sabía perfectamente que Gaspar la buscaría por lo de Jacobo. Solo le había comentado algo sencillo a Pilar y jamás imaginó que eso terminaría en semejante lío.

Ahora mismo, deseaba que la tierra la tragara de la vergüenza. Y para colmo, Jacobo se había enterado de lo que dijo. Sentía una mezcla de pena y molestia que la hacía querer desaparecer.

¿Qué pensaría Jacobo de ella?

¿Acaso creería que todo era un invento suyo, que estaba actuando por impulso y que era ridícula?

...

Ya casi era hora de la cena cuando Gaspar apareció en la puerta principal de la mansión Ruiz. Quintana, apenas lo vio entrar, notó de inmediato la tensión en el semblante de su hijo y le salió al paso.

—Ya le dije lo que tenía que decirle a Adriana, Gaspar. Bastante mal la está pasando, no la sigas regañando —le advirtió con firmeza.

—¿Qué fue exactamente lo que le dijo a Pilar? —preguntó Gaspar, entrecerrando los ojos al mirar a su madre.

—Solo le dijo que quería que Jacobo fuera su tío —respondió Quintana.

Gaspar frunció el ceño de inmediato.

—¿Nada más fue eso? ¿No hubo algo más?

Quintana se sorprendió.

—¿Qué otra cosa? Solo fue eso, ¿no?

El aire se volvió pesado para Gaspar. ¿Acaso Micaela había montado ese escándalo solo porque su hermana le pidió a Pilar que llamara a Jacobo “tío”? ¿O había algo más detrás?

—Pilar todavía es una niña —suspiró Quintana—. Pero decir eso frente a Jacobo y Micaela… a mí hasta me dio calor de la pena. Por más que Adriana quiera a Jacobo, no puede andar diciéndole a Pilar que lo llame así.

Gaspar sintió cómo su ánimo se ensombrecía. ¿Micaela se había molestado tanto solo por ese detalle, o había algo que aún no sabía?

Capítulo 725 1

Capítulo 725 2

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