Donia: Falsa Heredera, Múltiples Vidas romance Capítulo 100

Donia alzó ligeramente las cejas, esperando a que continuara.

"¡Ese examen mensual de muerte!" Julieta soltó un largo suspiro, "¿Sabes por qué llaman a Elisa 'Bruja'? Porque en cada examen, si alguien tiene un promedio más bajo que la última vez, tiene que someterse a un castigo físico muy retorcido."

Donia la miró con un aire de desinterés, "¿Castigo físico?"

"¡Claro! Correr diez vueltas al campo de deportes cada día después de clase, durante diez días. ¿Dime si eso no es retorcido?" Julieta temblaba solo de pensarlo.

Donia curvó levemente los labios, "¿Eso te parece retorcido?"

Al escuchar eso, Julieta explotó, "¿Cómo no va a ser retorcido? ¡Son diez vueltas completas! Donita, sabes muy bien lo grande que es el campo de nuestra escuela. ¡Quedó exhausta con solo una vuelta en la clase de educación física!"

Además, Julieta siguió pensando:

‘¿Correr diez vueltas? ¡Eso era prácticamente pedirle la vida!

Oh, había olvidado que su compañera de mesa siempre se comportaba como un atleta en las clases de educación física, como si no estuviesen hechas del mismo material.’

Donia se tocó la barbilla y la examinó de arriba abajo, luego negó con la cabeza: "Ojeras, claramente desvelada, cuerpo hinchado y falta de ejercicio, estás gastando tu vida a tan corta edad. Querida, eso no está bien."

Julieta soltó una carcajada, "Me haces sentir como si fueras un viejo médico intentando engañarme." Mientras hablaba, sacó un espejo de maquillaje de una caja sobre la mesa, "Pero, ¿realmente tengo ojeras tan oscuras?"

Donia se quedó sin palabras.

"Parece que sí tengo las ojeras bastante marcadas." La chica dejó el espejo con gesto afligido, giró la cabeza y sus ojos cayeron sobre la cara de Donia.

Piel blanca y luminosa, sin ninguna impureza, era simplemente envidiable. No hay comparación sin conocimiento del daño.

Julieta se cubrió la cara, "Ay, me siento herida, sin nadie que venga a consolarme."

Donia frunció ligeramente los labios y simplemente dijo: "Estudia para tu examen mortal mensual."

"Sí." Donia asintió, "Créeme, te será muy efectivo."

Él sonrió y puso el frasco bajo su nariz. Un ligero aroma a hierbas se filtró, no era desagradable, incluso tenía un efecto estimulante, ¿acaso su mente se aclaraba?

"¿Qué es esta medicina?" Román la miró sorprendido, "¡Solo con olerla me siento muy cómodo!"

Los labios de Donia se curvaron hacia arriba, por supuesto, esas píldoras eran invaluables.

"Voy a probar una." Impaciente, sacó una píldora del tamaño de un frijol verde. Había un vaso de agua justo al lado y con un trago la ingirió.

Aunque era una píldora de hierbas, el proceso de ingestión fue suave y no tenía ese sabor desagradable y difícil de tragar de otras medicinas herbales.

Quizás porque el aroma ya le había predispuesto positivamente, tan pronto como la tomó, esa sensación de pesadez que tenía encima desde hace años comenzó a desvanecerse.

¡Esa medicina era realmente milagrosa!