Donia: Falsa Heredera, Múltiples Vidas romance Capítulo 73

"Por eso es que acabo de decir que esta muchacha no es tan simple," comentó el Secretario General con una mirada distante.

Al oír eso, el Presidente del Consejo, reflexionó unos segundos, luego revisó el examen, poniendo especial atención en la última y más compleja de las preguntas, la que Mateo había formulado en el campo de la física.

Tras un momento, una expresión de admiración se dibujó en su rostro. Se recostó en su silla y exclamó: "Realmente no era sencillo y mira qué ingeniosamente ha planteado la ecuación, sin un solo paso innecesario. Además, este método de solución es bastante original y más sencillo que la respuesta que Mateo nos había enviado."

Aunque el Secretario General, no era experto en física, entendió la capacidad de razonamiento de la estudiante que había resuelto el problema y respondió con seriedad: "Mateo ha estado buscando un discípulo con un talento excepcional en física. ¿Qué le parece si recomendamos a esta persona que obtuvo la puntuación perfecta?"

El Presidente del Consejo se quitó las gafas y se frotó los ojos, pensativo por unos segundos, luego dijo: "Por ahora no es necesario. Un simple examen preliminar no dice mucho, después de todo, la estudiante que obtuvo la puntuación perfecta estudia humanidades. Quién sabe, quizás solo tuvo suerte al resolver el problema."

Al oír eso, el Secretario General, encontró lógico el razonamiento y dijo: "Está bien, esperaremos a ver cómo le va en la preselección a nivel municipal."

"Sí," asintió el Presidente del Consejo y dejó el examen sobre la mesa.

El secretario echó otra mirada al examen, luego preguntó: "¿Tomamos una foto de esta solución al problema de física para enviársela a Mateo? Creo que le interesará…"

El presidente levantó una mano para interrumpirlo y dijo: "Que Mateo haya sacado tiempo para crear un problema para esta competencia ya es un gran honor para nuestra asociación. Un problema así es insignificante para él; no merece la pena hacer un alboroto por una solución alternativa."

El secretario se tocó la nariz comprendiendo y respondió: "Entendido. Entonces me llevaré este examen para archivarlo."

Dicho eso, tomó el examen.

"Adelante."

Justo después del desayuno, Donia fue arrastrada por Claudia al supermercado más cercano al vecindario, donde compraron una gran cantidad de verduras y una bolsa llena de golosinas.

Después de pagar, Claudia se giró, vio a su hija cargando bolsas con ambas manos y con una expresión de resignación en su rostro, no pudo evitar reír.

Mientras intentaba ayudar a cargar las bolsas, le dijo: "No deberías encerrarte tanto en casa, es bueno salir y pasear. Estás leyendo tanto que te vas a convertir en una ratoncita de biblioteca."

Donia rechazó la ayuda de su madre con una expresión inexpresiva y dijo sin rodeos: "Solo me necesita como ayuda para llevar las cosas."

Claudia ligeramente avergonzada, tosió y al ver que su hija no tenía problemas en llevar dos bolsas grandes, pensó que su sueño de tener una hija delicada y dulce sería imposible.

"¿Vamos a tener visitas hoy en casa?", preguntó Donia, echando un vistazo a la bolsa de verduras que llevaba en la mano derecha.