El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 27

Después de comer en el restaurante, Ariana y su papá, Julián, cumplieron lo acordado y fueron juntos a la agencia más grande del centro para ver carros.

Al final, padre e hija se decidieron por un Ultra híbrido de unos trescientos mil pesos. Julián acababa de transferir el dinero cuando, de repente, una voz cargada de burla sonó justo a su lado, sin que nadie la invitara.

—¿Eh, no es Ari? ¿Viniste a comprar carro?

Ese tono tan desagradable…

Ariana levantó la mirada y, como lo temía, se topó con José Manuel, quien sonreía con esa mueca tan molesta que últimamente lo hacía parecerse a Esteban.

José Manuel no llevaba mucho de regreso al país, y andar por ahí sin un carro propio sí que era una lata, así que decidió darse una vuelta a la agencia para escoger uno.

No esperaba encontrarse a Ariana justo en el momento en que ella, acompañada de un hombre de mediana edad, cerraba la compra de un carro.

Vaya con Ariana, siempre tan impredecible: primero la ve uno con tipos jóvenes en citas medio sospechosas y ahora, tan tranquila, acompañando de manera tan cercana a un hombre mayor en la compra de un carro. ¿Qué será lo siguiente que le espere la próxima vez que se crucen por casualidad?

Aunque, siendo honestos, Ariana sí que sabe elegir a los hombres.

De Esteban ni hablar, ese es de los que solo aparecen una vez en la vida.

Y el hombre que la acompañaba también imponía: facciones elegantes, una presencia tranquila y todo el porte de alguien culto y maduro. Incluso con algunas canas asomando en las sienes, si se tiñera el cabello, seguro que opacaría fácil a cualquier muchacho de moda.

José Manuel, sin esperar respuesta de Ariana, se acercó todavía con una sonrisa a medias en los labios.

Julián frunció el ceño, mirando con desconfianza a José Manuel, y le preguntó a su hija en voz baja:

—Ari, ¿quién es ese tipo?

Había escuchado cómo ese sujeto le llamaba "Ari" con un tono tan relajado que le cayó mal de inmediato, aunque el tipo pareciera decente a simple vista.

Ariana no tenía ganas de prestarle atención a José Manuel, pero tampoco quería mostrar demasiado sus emociones frente a su papá, no fuera a ser que creyera que seguía enganchada con Esteban.

Así que optó por ser directa:

—Es amigo de la infancia de Esteban, pero no somos cercanos.

Su tono era tan plano como una frase de libro de texto, sin el menor asomo de emoción.

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