Esteban condujo su carro alejándose de la mansión de la familia Ferreira, aunque esa tarde no tenía ningún compromiso como había dicho. Solo inventó una excusa para irse.
En vez de regresar a la empresa, decidió cambiar de rumbo y se dirigió directamente a Villas del Mirador.
Antes de divorciarse, aunque tuviera todo el fin de semana libre, no volvía a esa casa. Solo de vez en cuando, entre semana, se daba una vuelta, más que nada para que su madre no sospechara nada.
Obviamente, él y Ariana siempre dormían en habitaciones separadas. El dormitorio principal lo ocupaba ella; él prefería el estudio.
Aparcó el carro, abrió la puerta con su huella digital y, apenas entró, tuvo la sensación de que la casa se había transformado en algo ajeno.
Silencio. Un ambiente vacío, sin vida.
Fue lo primero que sintió al cruzar la puerta.
Alzó la mirada y recorrió con los ojos el sitio donde vivió tres años. Las cortinas, los muebles, los cuadros y adornos, todo era elección de Ariana.
Esteban solo tenía una regla: nada de tocar su estudio. Fuera de ahí, podía hacer lo que quisiera, jamás se metía.
Nada parecía haber cambiado. Sin embargo, el florero junto a la ventana del salón tenía flores marchitas, opacas y sin gracia.
Al parecer, nadie las había cuidado en días.
Extendió la mano y pasó los dedos por el armario de la pared. De inmediato, se le pegó una capa fina de polvo.
No pudo evitar fruncir el ceño.
Claro, hacía dos años que Ariana había despedido a la empleada doméstica. Decía que ella sola podía encargarse de la casa.
Y la verdad es que antes lo hacía bien. Todo estaba impecable, limpio y ordenado. Nada que ver con lo de ahora…
En realidad, Esteban ya sospechaba que Ariana se había ido a vivir de nuevo con los Santana. Lo que no esperaba era que tampoco contratara a alguien para limpiar.
Subió al segundo piso. El dormitorio principal y el estudio estaban a pocos pasos, solo separados por una escalera. A la izquierda, el dormitorio de Ariana; a la derecha, el estudio de él.
Se detuvo un momento, dudando, pero al final giró hacia la izquierda.
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