Entrar Via

El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 543

Después de bailar en esa casa, Estefanía, junto con Frida y los niños, se dirigió a la siguiente. Benicio volvió a sacar su celular para grabar.

Frida preguntó con curiosidad:

—Estefanía, ¿por qué siento que este panadero es más cercano a ti?

—Es mi exesposo —dijo Estefanía con franqueza.

—¿Ah? —Después de la sorpresa inicial, Frida se sintió en un aprieto—. ¿Y yo estuve hablando con él? ¿Cuál debería ser mi postura? Estefanía, ¿debería odiarlo o debería odiarlo?

La reacción de Frida hizo reír a Estefanía.

—No importa, ya es mi *ex*. No tiene nada que ver conmigo.

—No, eso no está bien, no puedo volver a hablarle —Frida tenía un fuerte sentido de lealtad—. Si alguien se divorcia de nuestra increíble Estefanía, definitivamente no es una buena persona.

Estefanía negó con la cabeza y sonrió.

—Ya, vamos, ¡es nuestro turno de bailar!

La música y los cantos de los niños volvieron a sonar. Con una música tan alegre, sus pies estaban demasiado ocupados como para recordar viejos rencores.

Hacía tiempo que se los había llevado el viento.

***

Por la tarde, Estefanía y Frida fueron a pasear por el mercado navideño.

Una vez que entraron, simplemente no querían salir.

Vino caliente, manzanas asadas, pasteles artesanales, salsas y bocadillos locales… Bueno, Estefanía incluso encontró *El Cochinillo de Ámbar*…

Realmente había de todo. De un extremo al otro del mercado, las manos de ambas nunca estuvieron vacías. Lo que más les fascinó fueron los productos artesanales.

El mercado estaba lleno de pequeños objetos únicos y con mucho diseño: hermosos gorros de punto, velas hechas a mano, joyas, juguetes de madera, productos de lana… cosas que no se veían en ningún otro lugar. Estefanía deseaba poder comprar uno de cada uno.

Finalmente, se detuvo frente a una vasija de cerámica.

A ella siempre le habían gustado las tazas, los platos y todo tipo de recipientes, y esa vasija realmente le llegó al corazón.

Pero…

Miró las varias bolsas llenas que cargaba. No solo no cabía, sino que, aunque cupiera, sería imposible llevar algo tan grande de vuelta a casa…

Dejó sus cosas en el suelo y abrazó la vasija, sin querer soltarla.

—Estefanía, abrázala y te tomo una foto. Así será como si la hubieras comprado —dijo Frida.

Estefanía, preocupada de que al vendedor le molestara, le preguntó primero.

El vendedor se alegró mucho de que le gustara y estuvo encantado de que se tomara una foto.

Estefanía pegó su mejilla a la vasija y se tomó una foto con ella. Luego, aun así, compró dos tazas y dos tazones en el mismo puesto y se fue con pesar y a regañadientes.

Bueno, la vida siempre tiene sus decepciones.

Estefanía decidió que ya no quería seguir paseando.

—Vamos a comer algo más y luego regresemos.

Al día siguiente tomarían su vuelo de regreso, y esa noche ya la habían disfrutado al máximo.

—De acuerdo —Frida la acompañó a un puesto de pizzas que también vendía cerveza negra y salchichas.

Pidieron una pizza, dos salchichas y un vaso de cerveza negra caliente cada una.

—¿Qué? ¿Te enamoraste de la cerveza negra de aquí? —resonó una voz.

Capítulo 543 1

Capítulo 543 2

Verify captcha to read the content.VERIFYCAPTCHA_LABEL

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Baile de Despedida del Cisne Cojo