El Baile de Despedida del Cisne Cojo romance Capítulo 592

Por un momento, el rostro de Benicio cambió de colores, con la vergüenza de quien ha sido expuesto, y finalmente estalló en ira.

—Los asuntos entre Estefanía y yo, naturalmente, tienen sus propios planes. ¿Qué tienen que ver contigo?

—No. —Agustín lo confrontó—. ¡Es asunto de Estefanía, y no tiene ni medio centavo que ver contigo ni conmigo! Ella baila tan bien, y la danza de su país ha ganado tantos premios, que debería aspirar a la mejor academia de danza, a la mejor carrera de interpretación de danza nacional. ¡Nadie tiene motivos para detenerla!

—¿Cuándo impedí yo que Estefanía fuera a la mejor escuela? —La voz de Benicio, inusualmente, sonó fuerte como un trueno.

—¡Si haces que elija Ciencias, estás limitando su elección de escuelas y carreras! —La voz de Agustín no fue menos potente.

El pecho de Benicio subía y bajaba de la rabia. Cuando logró calmarse un poco, le dijo en voz baja a Estefanía:

—Estefanía, estudiar Humanidades o Ciencias es tu libertad, no dejes que un extraño te manipule.

Agustín se rio.

—¿Yo soy el extraño?

Benicio puso cara de «me da flojera lidiar contigo» y se fue rápidamente.

Estefanía presenció toda la disputa que surgió por su culpa y pensó que ambos estaban actuando muy raro.

El Agustín de la preparatoria no era cercano a ella, al menos no tanto como para interferir en su elección de área.

Y el Benicio de aquel entonces nunca mencionó que ella debiera elegir Ciencias; para ser exactos, no le importaba en lo absoluto lo que ella eligiera.

Ahora, ¿qué estaban haciendo estos dos?

Solo por esto, Estefanía sentía que debía seguir soñando; fuera de un sueño, algo así jamás pasaría.

Tras alejar a Benicio, Agustín caminó despacio a su lado, siguiendo su ritmo.

Parecía de buen humor.

—Por cierto, Estefanía, mis papás me acaban de dar mi mesada. Para agradecerte la cena, ¿te invito a comer?

Estefanía, distraída, le lanzó una mirada y puso los ojos en blanco.

—¿Vamos a comer chicharras o chapulines?