El CEO se Entera de Mis Mentiras romance Capítulo 279

Elena se detuvo por un momento; a decir verdad, no había pensado en eso aún.

—Anita, la persona que me gusta es Ramón...

—Elena, ya no esperes a Ramón, él ya tiene fecha de boda con Alma, de la familia Hernández. Estas uniones familiares son inquebrantables. Tendrás que buscar una nueva meta cuanto antes.

Luego Ana continuó, —La familia Ramírez es una de las más poderosas de Solarena, Alarico tiene una excelente posición y también un gran carácter. Él es el esposo que la familia Guerrero eligió para Sofía. Si lo conquistas, podrías casarte con la familia Ramírez.

Ana tenía razón. Ramón ya se iba a casar, y aunque Elena lo quisiera, no podía desperdiciar su juventud esperándolo.

Elena siempre había sido una rama secundaria de la familia Díaz, y hoy Violeta la había humillado. Por lo tanto, debía encontrar un buen matrimonio.

Ahora, Alarico era la mejor opción.

Alarico, quien había sido elegido por la familia Guerrero, era perfecto en todos los aspectos.

Si lograba conquistar a Alarico, podría vengarse de Camila de una manera rotunda y sentirse satisfecha.

¡Ella, una hija secundaria de la familia Díaz, sería capaz de arrebatarle al prometido de Camila, la hija mayor de la familia Guerrero!

Ana se rió. —No puedo creer que la prometida de Alarico sea una muchacha tan poco atractiva. ¿Qué hombre con sus dos bolas bien puestas no prefiere a una mujer hermosa? Alarico te gusta, Elena.

Elena era experta en atraer a los hombres, y con solo una mirada que Alarico le lanzó en el auto, sabía que él la prefería.

¿Y Camila, esa fea, qué podría hacer para retener a Alarico?

Ella era la chica más hermosa de la Universidad del Futuro, la diosa de los chicos que no salían de sus casas, y pertenecía al departamento de danza. Conquistar a Alarico sería pan comido.

Elena asintió. —Está bien, Anita, espera buenas noticias de mi parte.

—Esta noche, Camila, esa chica fea, está esperando a Alarico para ir al cine. Elena, ahora depende de ti.

Elena sonrió y, ruborizada, hizo un gesto de OK.

Si no fuera por esa marca de nacimiento, no sabía cuántos hombres caería a sus pies.

—Raquelita, el tiempo se me va, me voy adelantando.—Camila, ya arreglada, se levantó, agarró su bolso y se dirigió a la puerta.

Raquel sonrió y le hizo un gesto de despedida. —Que te diviertas mucho.

...

Alarico llegó a la Universidad del Futuro. Estaba listo para ir al cine, pero la lluvia seguía cayendo afuera.

Su coche estaba bastante lejos, así que pensó en correr bajo la lluvia para llegar.

Sin embargo, en ese momento, una sombrilla rosa apareció sobre su cabeza.

Alarico se giró y vio el rostro puro y hermoso de Elena.