El CEO se Entera de Mis Mentiras romance Capítulo 433

¡Raquel ha llegado!

Ana se sorprendió. —¿Cómo que Raquel ha llegado?

La mirada de Alberto se posó sobre Raquel, observándola profundamente.

En ese momento, Raquel se acercó a ellos y Luis extendió su brazo para rodear la suave cintura de Raquel. —Raquelita, has llegado.

Doña Sara, Ana, Rosa y María se reunieron alrededor, todos observaban a Raquel, resplandeciente en ese momento. Doña Sara dijo: —Raquel, ¿cómo es que tú también has venido? ¿También viniste a ver a "El Invencible"? Realmente es digna de ser la santísima doctora de la nación; tantos admiradores tienen que hasta una ama de casa como tú ha oído hablar de su gran fama.

Raquel levantó ligeramente sus cejas en forma de sauce. —Así es, he venido a ver a "El Invencible".

Rosa se burló: —Raquel, aunque veas a "El Invencible", él no hablaría con alguien como tú.

Raquel miró a Rosa. —¿Y él hablaría contigo?

—Eso por supuesto, yo estudio medicina —dijo Rosa con algo de orgullo.

En ese momento, María intervino: —Raquelita, hoy es una ocasión importante; el verdadero "El Invencible" ha llegado a Solarena. Guarda tus trucos para seducir a los hombres; no deshonres a la familia Pérez.

Raquel sonrió y no añadió más.

Luis, observando a estas personas de la familia Pérez, también esbozó una delgada sonrisa; pronto sabrían cuán estúpidos eran.

La mirada fría de Alberto se posó en Raquel. —¿Has venido a ver a "El Invencible"?

Raquel asintió. —Sí.

En ese momento, Luis dijo: —Calculando el tiempo, ya debería ser el momento para que "El Invencible" haga su aparición.

Raquel comentó: —Entonces, me disculparé un momento.

Raquel se fue.

Tras la partida de Raquel, Ana, agarrada del brazo de Alberto, expresó con desdén: —Alberto, veo que Raquel quiere usar algún truco de nuevo, seguro sabe que "El Invencible" podría salvarme; quiere hacer que "El Invencible" se niegue a salvarme.

Doña Sara asintió. —Cierto, más tarde tenemos que mantener a "El Invencible" alejado de Raquel.

Alberto apretó los labios sin decir palabra.

Luis esbozó una sonrisa. —Cuando "El Invencible" aparezca, veremos un buen espectáculo.

—Rápido, llévensela —dijo el camarero en voz baja.

...

Alberto y los demás todavía estaban en el vestíbulo; Ana también estaba allí, cuando de repente su teléfono sonó con un "ding".

Ana abrió el mensaje, que era muy breve: "La tarea está completada."

Ana curvó sus labios rojos en una sonrisa.

—Alberto, voy al baño un momento.

Alberto miró a Ana. —"El Invencible" está a punto de aparecer, ¿y tú vas al baño ahora?

"El Invencible" era importante, pero su plan lo era aún más.

Ana respondió: —Alberto, es precisamente porque "El Invencible" va a aparecer que estoy nerviosa y necesito ir al baño; volveré enseguida.

Dicho esto, Ana se giró y se alejó.