Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 108

Por eso Valentina carecía de tanta seguridad. Aunque Manuela había logrado que los Herrera se convirtieran en capitalistas y tuvieran un lugar en la alta sociedad, dentro del mundo del capital también había jerarquías, y no podían compararse con familias de élite como los Villareal, los Torres o los Urquiza.

¡Eso la hacía sentir aún menos segura!

Valentina sabía que a Gabriel no le importaban las clases sociales, pero eso era porque él ya estaba en la cima de la pirámide y no podía sentir la diferencia. Sin embargo, si era provocado, él también explotaría. Cuando se enojaba de verdad… ¿Qué tonto se atrevería a molestarlo? ¡Y era justo lo que acababa de pasar!

Valentina apretó los puños. No le gustaba esa sensación y se juró en silencio que se volvería mejor, lo suficiente como para que nadie pudiera menospreciarla.

Por supuesto, pensaba así debido a sus altas expectativas hacia sí misma. Entre amigos era normal mostrar mal humor de vez en cuando. Se preocupaba tanto porque era inteligente y podía pensar a futuro.

Así que no tenía por qué importarle lo que pensara Gabriel. De cualquier manera, Sofía no podía competir con ella. Si Gabriel tenía mal gusto y se rebajaba como parar ir detrás de ella, ¿qué tenía que ver con sus planes?

Valentina decidió ignorarlo y fue a practicar sola. Ahora tenía mucha curiosidad sobre cómo estaban Diego y Sofía.

***

Diego tenía una vaga sospecha, pero en el fondo no creía que Sofía se le opusiera a propósito. Durante tres años, ella lo había complacido y había obedecido todas sus órdenes. Diego ya se había acostumbrado a esa dinámica.

Por eso, al llegar a la cancha del lado este y ver a Sofía corriendo de lado a lado, esforzándose por recibir las pelotas que Alejandro le enviaba, Diego simplemente no podía creerlo.

Ya le había notificado su despido, ¿y aún se atrevía a andar con Alejandro bajo sus narices? ¡¿Se había vuelto loca?!

La expresión de Diego se ensombreció al instante, sus ojos se volvieron fríos. La observaba fijamente.

Sofía jugaba con total concentración. Su postura era perfecta, se movía a gran velocidad, lo que mostraba que tenía una excelente condición física.

El tenis era un deporte muy atractivo de ver. No muchas personas podían combinar golpes poderosos con elegancia al mismo tiempo. Cuando Sofía se movía, era un placer para la vista. Claramente, tenía muy buena técnica básica. Lo que más sorprendió a Diego fue que jugaba mucho mejor que Valentina...

Carlos tenía un temperamento muy refinado, pero en ese momento, quiso silbar como un rufián. Solo habían ido a jugar tenis. ¿Por qué era tan emocionante?

Rodrigo, por su parte, miró a Sofía con preocupación. Diego estaba jugando con Valentina, y no sabía si Sofía se sentiría triste...

El divorcio era una cosa, pero el hecho de que el hombre que una vez había amado la había traicionado era otra muy distinta. Sofía definitivamente tenía una cicatriz larga y profunda en el corazón esperando sanar. Y Diego seguía profundizando esa herida.

Por eso, Rodrigo detestaba que él apareciera frente a Sofía.

Mónica no conocía la relación entre Sofía y Diego. Su mirada pasó por las caras de cada uno y lo entendió todo. Pensaba en lo discreta que era Sofía, mientras que Diego aparecía públicamente con Valentina en los círculos sociales...

Ja, ¡qué miserable!