Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 125

Al escuchar el nombre de Diego, Alejandro mostró su disgusto. Era obvio que esa persona le arruinaba el humor.

—Lo que él haga no me concierne en absoluto. Si quieres meterme en eso, hazlo por tu cuenta.

Camilo persistió.

—Sofía estaba trabajando en Corporación Sierra. Fue solo después de tu regreso que Diego comenzó a forzarla para que renunciara. Al ser tu hermano, te resultaría más fácil a ti intervenir que a mí...

—Si tienes ganas de actuar como el protector de Sofía, adelante, pero no me involucres.

Alejandro apuntó hacia la salida.

—De lo contrario, puedes irte.

Camilo achicó los ojos. Alejandro era despiadado e insensible, como si le faltara compasión humana.

—¿A quién tratas de engañar? Tienes doble personalidad: una máscara en público y otra en privado. Si no, ¿cómo explicas que llevarás a Sofía a su casa ayer?

Él recordó la imagen de la marca en el cuello de Sofía. Su semblante permaneció imperturbable, pero sus ojos se tornaron fríos. Estudió a Camilo durante unos instantes.

—¿Debo rendirte cuentas de mis acciones?

Camilo se sintió impotente. Balbuceó durante un largo rato hasta que Rodrigo lo arrastró fuera del lugar.

—Dime, ¿qué demonio le pasa a Alejandro? —preguntó Camilo.

Rodrigo le dio unas palmadas en el hombro.

—Entre él y Sofía no hay posibilidades.

—Si no hay posibilidades, ¿por qué la acompañó a casa?

—Son vecinos, le quedaba de camino. —Aclaró Rodrigo—. ¿Qué otra razón podría haber?

Camilo seguía mostrándose escéptico. Entonces, Rodrigo añadió:

—Paso todos los días junto al señor Montoya y puedo confirmar que a Sofía le resulta indiferente. Tanto tú, como yo, podemos observar el trato deplorable que Diego le da a Sofía; sin embargo, el señor Montoya continúa creyendo que su relación marcha bien. ¿Qué indica esto? Que jamás ha sentido interés por Sofía. Todos son gestos vacíos.

Camilo intentó objetar algo, pero no logró formular un argumento sólido. Entonces, Rodrigo continuó:

—Sería más factible creer que el señor Montoya tiene preferencias por los hombres antes que por las mujeres.

—Muéstrame las instalaciones de su empresa.

Sebastián apenas conocía a Sofía, tampoco confiaba en que hubiera experimentado un cambio real, por lo que no deseaba incluirla en el recorrido. No obstante, sentía una curiosidad intensa sobre lo que había ocurrido entre ella y Diego.

Mantuvo una actitud seria, sin pronunciar palabra. Joaquín había desarrollado cierta admiración por Sofía y acató sus instrucciones de inmediato, llevándola al interior. Sofía fue primero al departamento de tecnología para evaluar la situación.

Tras examinar el problema, determinó que no era tan complejo. Primero neutralizaría el ataque y luego implementaría un nuevo sistema de protección. El primer paso requeriría un día, el segundo unos cuantos más.

—Puedo resolverlo en el transcurso de una semana.

Joaquín la escuchó, sorprendido.

—¿Una semana? Sofía, ¿tienes certeza?

El personal técnico no la conocía y, al escuchar su declaración, les resultó absurda.

—Señor Ruiz, ¿de dónde apareció esta persona? Sus afirmaciones son bastante cómicas. Olvidémonos de recuperar nuestros datos, ni siquiera contamos con firewall, necesitaríamos construir uno desde cero. Nuestro equipo completo ha estado trabajando turnos extra durante un mes entero; no lograría completarlo.

Era su primera aparición en el lugar, Joaquín asumía que Sofía sentía curiosidad por conocer las operaciones. Nunca había contemplado que pudiera ofrecer asistencia técnica real.