Alejandro volvió a preguntar:
—¿Lo acordaron entre los dos?
—¡Para nada!
—¿No? Desayunaron juntos. Sofía, ¿estás segura de que no fue así?
Sofía ya sabía que Alejandro no le creía ni un poquito.
—Quedé de verme con él para ir a tramitar el divorcio el lunes, ahí voy a poder sacar mi papel de divorciada. Ese día me voy a tener que ausentar del trabajo.
Alejandro se relajó un poco, pero su mirada siguió tensa y oscura. Con esa mirada Sofía se sentía ahogada.
—¡Te prometo que jamás en la vida voy a volver con él!
Sofía ya le había demostrado que estaba de su lado antes, no entendía por qué la obligaban a volvérselo a demostrar. Y de una forma tan extraña. A lo mejor era toda esa energía intimidante que tenía Alejandro lo que la hacía sentir que tenía que decir eso.
Recordando cómo Alejandro la había defendido en San Rafael, definitivamente Sofía no lo iba a traicionar. Él estaba molesto por Diego, así que a ella le tocaba calmarlo.
—Señor Montoya, ¿se enojó porque se topó con Diego? Él nunca me ha contado nada de usted, y yo tampoco entiendo qué pasa entre ustedes dos. ¿Me puede explicar por qué le tiene tanto odio?
Alejandro pensó en cuando eran niños y se le revolvió el estómago.
—No necesito motivos para odiarlo.
—Ah, entonces solo con verlo se pone de mal humor.
¡Mientras no fuera por culpa de ella, todo bien! Alejandro se quedó sin palabras.
—A mí, al igual que usted, verlo también me causa mal humor. En el hotel le dije sus verdades.
—¿En vez de mandarlo a la mierda, te pusiste a discutir con él?
Sofía no entendió. La tensión se puso peor.
—Decirle sus verdades me sirvió más para desahogarme.
—No es eso. —Desde ayer hasta hoy, con todo el desastre de Antonio y Diego, habían pasado un montón de cosas. En el avión, Alejandro estaba de mal humor y Sofía no había encontrado cuándo tocar el tema.
—¿Entonces ya lo reflexionaste?
—Creo que ya le entendí.
—A ver, explícame.
—No debería haber hecho lo mismo que Camilo. Pensé mal de usted, creí que estaba con una mujer solo porque la vi cerca de usted. Señor Montoya, usted se porta súper bien, no se junta fácil con la gente. Si le gustara alguien, se lo diría a todo mundo sin pena, porque no tiene nada de malo que alguien te guste.
Alejandro se quedó mudo.
—Señor Montoya, no me equivoqué en lo que dije, ¿verdad?
Alejandro se quedó callado dos segundos, se volteó, abrió la puerta, y la cerró dando un portazo, dejando a Sofía sola parada frente a la puerta de su casa. Ella se quedó ahí como media hora antes de voltearse para entrar a descansar. Pero tenía el corazón estrujado. Después de trabajar juntos un mes, ella creía que más o menos entendía el modo de ser de Alejandro, que ya se podían llevar bien.
Resultó que solo se había hecho ilusiones. No le entendía nada a Alejandro. La forma tan agresiva que había tenido hace rato definitivamente no era de alguien con quien fuera fácil lidiar. Hasta se acordó de Alejandro en el yate, cómo la había agarrado fuerte de la muñeca y se había acercado... Si no hubiera tenido tanto autocontrol, quién sabe qué habría pasado. De todas formas, Alejandro siempre había sido muy agresivo y peligroso. Sofía no tenía ninguna oportunidad contra él.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano
Por favor otros medios de pago para poder conseguir monedas😫...
Muy hermosa pero hay mucha dificultad para leerla porque hay que tener monedas y sin ellas no hay acceso a los capítulos hay que tener otros métodos de desbloqueo gracias...
Please can you publish more than 6 chaps/day.. And today no chaps ???...
🥲...
Pague la aplicación y aún me faltan párrafos deberían prestar más atención en la traducción xq falta contenido no vuelvo a comprar en su aplicación...
Xq no ponen toda la novela de una sola vez me encanta y siempre tengo que esperar al otro día...
Me encanta la pasión la frialdad lo intenso ay no tiene de todo...
Es interesante...