Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 283

Sofía no esperaba que él reaccionara tan rápido. Cuando su mirada se cruzó con la de Diego, se quedó impactada por un instante.

Desde lejos, Diego la miraba, serio. Cuando volteó a ver el auto, parecía todavía más amenazante.

Alejandro, cuando notó que Sofía se había quedado inmóvil, siguió su mirada y se encontró con la de Diego, que lo veía con la misma seriedad. Se puso serio, aunque trató de disimularlo.

Antes Alejandro se habría contenido; lo hacía porque Sofía aún estaba casada. Ahora que ya no había lazo alguno entre ellos, no pensaba prestarle a Diego la menor atención.

Esa rivalidad, esa tensión silenciosa, solo ellos dos la comprendían.

Diego apretó los labios, pero Sofía le tapó la vista cuando se acomodó en el asiento del copiloto.

En solo un par de segundos, ella ni siquiera percibió la intensidad de la pólvora que se había encendido entre esos dos hombres.

Se abrochó el cinturón, y en cuanto Alejandro giró el auto en la esquina, ella volteó a verlo. Desde lejos, Sofía miró a Diego de forma seria y desafiante.

Con Alejandro allí, no aprovecharlo sería un desperdicio.

Aunque se fueran juntos, lo importante era que Diego no quedara tranquilo.

Pero no era suficiente.

De la nada, a Sofía se le ocurrió una idea peligrosa: besar la mejilla de Alejandro justo frente a Diego para hacerlo estallar de rabia.

La idea era posible, ya que Alejandro mismo había dicho que podía haber roces inevitables.

Y ahora se arrepentía. Besarlo en ese momento habría sido una jugada perfecta. ¡Había dejado pasar la oportunidad!

—¿Estás molesta? —le preguntó él.

—… No.

—¿Entonces por qué tienes esa cara?

Sofía solía controlar bien sus emociones, pero ese hombre era demasiado perceptivo.

—Solo me arrepiento un poco.

Alejandro apretó más fuerte el volante.

Lo que no sabía era si Alejandro lo aceptaría.

Él no respondió de inmediato, lo que la puso nerviosa. Pero, finalmente, él habló:

—¿No te diste cuenta?

—Así es. —asintió ella—. No reaccioné a tiempo.

—¿Y por qué?

—Tal vez por falta de experiencia.

El auto se detuvo en un semáforo en rojo.

De repente, Alejandro se inclinó hacia ella. Sofía sintió el perfume fresco y particular de él mientras se le acercaba de perfil.

—Inténtalo —murmuró.