Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 337

¡Eso es ser un arrogante de lo peor!

A Sofía ya no le importaba lo que pensara Diego; incluso tenía ganas de darle un par de golpes, pero las palabras y las miradas también pueden herir. Se preguntaba qué habría hecho en otra vida para merecerse a alguien como él.

—¡Ya estamos divorciados! ¡Y aunque ahora me case con otro, a ti no te importa! ¿Entendido?

A Diego ya no le afectaban sus palabras. Sofía podía enojarse y sentirse frustrada, pero a él no le importaba en lo más mínimo.

—No hace falta que me lo recuerdes —dijo, y luego agregó—: tengo algo que preguntarte. Si no me lo aclaras, no podrás ver a Carmen.

Sofía apretó el puño y suspiró. Su mirada estaba llena de una furia incontenible.

Diego no estaba bromeando.

Sofía apretó los dientes.

—Habla.

—Si fueras un poco más obediente, ¿no sería todo más fácil? —dijo Diego con seriedad, pero parecía disfrutar que Sofía le hiciera caso; eso en serio le gustaba.

Cuando ella escuchó eso, se acordó de cómo era antes, tan sumisa con él. Le dio tanto asco que sintió ganas de vomitar.

—¡Cállate, me das asco!

Diego se volteó y caminó hacia el sofá. Aunque estaba oscuro, aún se podía ver la rabia en sus ojos.

—¿Y qué si doy asco? Mientras me hicieras caso, es lo único que me importa.

Sofía no podía entender cómo soportó a Diego por tres años. ¿Cómo podía ser tan cruel y despiadado? ¿Cómo podía disfrutar viéndola humillada?

Pero por Carmen, tenía que aguantar.

Sofía dio un paso adelante, pero se mantuvo a distancia de Diego.

—¿Qué quieres preguntarme?

—Tú y Carmen son muy buenas amigas. ¿Fue ella la que se metió con Valentina por ti?

Sofía se molestó. De la nada pensó que todo era absurdo. Diego estaba ahí para reclamarle a Carmen por lo de Valentina.

Seguramente fue Miguel el que se lo contó.

Al principio, Sofía no se atrevió a contar de su amistad con Carmen porque temía que su relación con Alejandro no fuera lo suficientemente sólida.

Sofía ya no pudo controlar sus emociones y le gritó con odio:

—¡Diego, eres un malnacido!

Esa reacción le recordó a Diego el día que recibió los papeles del divorcio.

Lo que dijo, su rabia, y hasta un poco de su tristeza...

Extrañamente, Diego sintió algo de emoción.

Que Sofía perdiera el control probaba algo: en serio lo amaba, y por eso sentía celos.

Este pensamiento calmó la tormenta en su mente.

Diego no pudo esperar para seguir.

—¿Fue por celos que hiciste que Carmen le hiciera la vida imposible a Valentina?

—¡Sí, estaba celosa! Cuando todavía no nos habíamos divorciado, ¡le prestabas demasiada atención a otra! ¿Qué querías que sintiera? ¡Claro que iba a estar celosa!

Sofía no lo sabía al principio, fue Carmen la que le contó lo que hizo.